Un nuevo estudio elaborado por científicos de Estados Unidos sostiene que si se espacian las dosis de
las vacunas de Pfizer-Biontech y Moderna la inmunidad colectiva se reduce en hasta 10 semanas. En concreto, esta protección de rebaño podría acortarse en 1,5 semanas. con un régimen de espaciado de 6 semanas, 4,5 semanas con espaciado de 12 semanas y 10,5 semanas con 24 espaciamiento de semanas, independiente del suministro de vacunas, según la investigación publicada en
Medrxiv y que se encuentra aún en fase de preimpresión.
No obstante,
cuanto más se use el régimen de espaciamiento, mayor beneficio se observa en la inmunidad de la población y en acortar el tiempo necesario para alcanzar un determinado punto de inmunidad establecido. Si bien es cierto que se consigue inmunizar a un mayor número de personas en menor tiempo, la efectividad de la protección que ofrece la vacuna se reduce unos puntos,
tal y como lo refleja la investigación.
En concreto,
este beneficio es proporcionado. Un intervalo de 12 semanas confiere dos veces el beneficio de un régimen de espaciado de 6 semanas en comparación con el estándar de 3 semanas. Es más, “las ganancias de la segunda dosis diferida se acumulan a lo largo del período de implementación, lo que resulta en una inmunidad de la población promedio general más alta semana a semana por cada aplazamiento”, según el estudio. Se alcanza más rápido la inmunidad colectiva aunque después su duración es menor.
El suministro de vacunas no afecta los avances logrados
En segundo lugar,
“el suministro de vacunas no afecta los avances logrados al acortar el tiempo de alcanzar un cierto punto de ajuste, pero sí impacta los niveles de inmunidad de la población, con más robustez suministro de vacunas que conduce a una mayor inmunidad de la población”, asegura el mismo documento.
Así,
vacunar a personas previamente recuperadas que tienen un alto nivel de inmunidad al Covid-19 “es ineficaz”. “Hay varias razones por las que el Covid-19 por los que la cohorte recuperada podría vacunarse, incluida la maximización de la inmunidad individual para aquellas personas de alto riesgo y vacunando inadvertidamente a quienes tenían infecciones asintomáticas.
La dosis óptima de vacuna del Covid-19
Sin embargo, “diferir la primera dosis de vacuna para esta cohorte hasta que todos los demás hayan recibido su primera”. “La dosis es óptima desde la perspectiva de la inmunidad de la población, un factor que la salud pública las organizaciones deben tener en cuenta al implementar un plan de distribución”, indica el estudio.
Los científicos observaron beneficios con un mayor espaciamiento, siendo la forma óptima de aumentar la inmunidad de la población la de “diferir la segunda dosis hasta que todos hayan recibido su en primer lugar, siempre que la eficacia de una dosis no disminuya rápidamente”.
La forma en que se implemente el aplazamiento de la dosis dependerá de las características del población en cuestión. Una estrategia sería "diferir la segunda dosis solo hasta que todos los niveles los individuos de riesgo han recibido primero su primera dosis", y luego la segunda dosis se administra como el suministro de vacunas lo permite. “Una vez que el grupo de alto riesgo haya recibido ambas dosis, se implementa la estrategia de distribución para los grupos de riesgo medio y bajo, respectivamente”.
Una estrategia alternativa puede ser “diferir la segunda dosis siempre que la eficacia de una dosis no parece disminuir significativamente, de tal manera que toda la población recibiría su primera dosis antes de que alguien reciba un refuerzo”. Esta estrategia conduciría a un aumento óptimo en la inmunidad de la población, pero puede dejar vulnerables a los grupos de mayor riesgo con una dosis más baja niveles de eficacia.
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