Marcos Domínguez. Madrid
De izda. a dcha.: Soraya Casla, Rocío Fonseca, Josefa Madrid, Esther Lorite -directora de Relaciones con los Pacientes de Novartis Oncology-, Ramón Colomer, Eva Ciruelos y María Marte.
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La alta participación en los programas de cribado ha permitido una mayor detección del cáncer de mama precoz. De hecho, este año se espera que se diagnostiquen unos 25.000 nuevos casos, la mayor cantidad de los últimos años, ha apuntado Ramón Colomer, jefe del Servicio de Oncología y director médico de La Princesa. “Han sido unas 104.000 las mujeres diagnosticadas en los últimos cinco años”, ha informado durante la presentación de la campaña ‘Yo, aquí y ahora: ejercicio y nutrición en cáncer de mama’, que busca mejorar la calidad de vida de las pacientes a través de estas dos facetas.
Colomer explica que, aunque el número de casos detectados aumente año a año, la mortalidad disminuye, incluso en estadios avanzados. Para estas pacientes (dos de cada diez) y para aquellas que tienen recidivas (entre el 20 y el 30 por ciento de las detectadas precozmente), esta enfermedad se transforma en crónica. “Las expectativas de supervivencia en este caso superan medianas de 3 y 4 años”, subraya Eva Ciruelos, oncóloga del 12 de Octubre y presidenta del Grupo Cooperativo de Investigación Clínica Especializado en Cáncer de Mama (Solti). “La existencia de tratamientos dirigidos ha hecho que el pronóstico y la evolución de la enfermedad hayan mejorado enormemente”.
‘Yo, aquí y ahora’ es una iniciativa puesta en marcha por Novartis Oncology para concienciar sobre la importancia del ejercicio físico y una nutrición adecuada en estas pacientes. Se materializa en dos guías (una sobre cada tema), que se han repartido en consultas o asociaciones de pacientes, y a las que se pueden acceder a través de las páginas web del proyecto y de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
Eva Ciruelos (izda.) y Rocío Fonseca.
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Personalizar según las características de la afectada
Las autoras son Soraya Casla, coordinadora de proyectos de ejercicio oncológico del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (Geicam), y Rocío Fonseca, oncóloga especialista en nutrición. Casla ha hecho hincapié en que los tratamientos “muchas veces tienen efectos secundarios” y el ejercicio puede reducirlos, así como prevenir enfermedades relacionadas “como la obesidad, depresión o problemas cardiovasculares”. Todas las pacientes pueden hacer ejercicio, pero este tiene que adaptarse a las características de cada una y al momento en que se encuentran: tras la operación, tras quimioterapia, si tienen recidivas, etc.
A este respecto, Josefa Madrid, presidenta de la Asociación de Mujeres Afectadas de Cáncer de Mama Rosae y secretaria de la Federación Española de Cáncer de Mama (Fecma), ha recordado que “hay muchas compañeras con miedo a hacer ejercicio”, por las consecuencias que pudiera tener para su enfermedad. Y por ello ha invitado a distribuir las guías entre monitores de ejercicio físico para que sepan cómo ayudar a las afectadas.
Por su parte, Rocío Fonseca ha explicado que el objetivo de una alimentación adecuada es “devolver la normalidad a la vida de la paciente”, combatiendo efectos como la falta de apetito o el sabor metálico que puede darse tras ciertos tratamientos. En la presentación de la guía ha participado además María Marte, chef del restaurante Club Allard, que ha aportado su saber hacer para transformar una nutrición adecuada en algo atractivo al paladar. “Es deber de los farmacéuticos”, ha recordado, “informar pero también dar esperanza a las pacientes”.
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