El presidente de la Sociedad Española de Reumatología (SER), José Luis Andréu.
Un estudio realizado por Navarro y colaboradores de Sevilla, ha descubierto que los
costes anuales globales de los pacientes con
artritis reumatoide son de 1.120 millones de euros
, según ha declarado el presidente de la Sociedad Española de Reumatología (SER), José Luis Andréu.
Se estima que alrededor de 230.000 españoles padecen la
enfermedad reumática, de evolución crónica con inflamación en las articulaciones y que supone un gran impacto para los pacientes que, en su mayoría, son
personas jóvenes y en edad laboral activa.
La patología produce importantes costes directos derivados de la atención sanitaria y el uso de fármacos, e indirectos debidos a bajas laborales y al
impacto en la calidad de vida de los pacientes.
En la presentación del IX Simposio de Artritis Reumatoide de la SER, Andréu ha insistido en la necesidad de asegurar al paciente un diagnóstico precoz porque se ha demostrado que “cuanto antes se comienza el tratamiento,
más posibilidades hay de que la enfermedad se controle y pueda el paciente llevar una vida plena y de calidad”.
Por el contrario –ha precisado– “dejada a su evolución y sin el adecuado control, la artritis reumatoide destruye las articulaciones, produce una enorme limitación funcional,
deteriora la calidad de vida y acorta la esperanza de vida de los pacientes”.
Si una persona comienza a notar dolor en las pequeñas articulaciones de las manos, rigidez por las mañanas, imposibilidad para cerrar el puño o hinchazón de las articulaciones, debe acudir sin demora al reumatólogo.
Principales avances
En opinión de Andréu, entre los avances principales de esta patología destaca “la optimización del uso de los fármacos convencionales, en particular el metotrexato y el advenimiento de numerosos agentes biológicos que permiten bloquear diferentes aspectos de los mecanismos implicados en el desarrollo de la enfermedad, así como la concienciación por parte de los médicos de Atención Primaria de que el diagnóstico de la artritis reumatoide es
una auténtica emergencia sanitaria, ya que de su diagnóstico y tratamiento precoces depende la posibilidad de controlar adecuadamente la enfermedad”.
En esta misma línea, José A. Román Ivorra, jefe del Servicio de Reumatología del Hospital La Fe de Valencia, ha asegurado que “también se ha entendido la relación entre la fase autoinmune asintomática o pre-artrítica y la secuencial evolución hacia la enfermedad como tal. Así cómo la capacidad de unos determinados anticuerpos que influyen en el desarrollo de una enfermedad más agresiva”.
Futuro: diagnóstico molecular y tratamiento personalizado
Según Román Ivorra, también presidente del Comité Local Organizador del IX Simposio de AR de la SER, “el abordaje de la artritis reumatoide se podría mejorar mediante un diagnóstico lo más precoz posible. De ahí la importancia de
concienciar y formar a los médicos de Primaria para que sean sensibles ante los síntomas de debut y a la derivación inmediata de los pacientes”.
“La determinación de unos anticuerpos específicos (antipéptidos citrulinados y carbamilados) nos permitirá estimar la gravedad y la selección de tratamientos y de estrategias terapéuticas con un perfil más adecuado ante estos casos. Encontrar perfiles de pacientes o
nichos terapéuticos específicos posibilitará acercarnos a la terapia personalizada”, ha precisado el especialista.
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