30 may. 2017 9:25H
SE LEE EN 2 minutos
POR REDACCIÓN
La meditación o, en su versión más agnóstica, mindfulness, es una práctica cada vez más generalizada y presente en las consultas. No son pocos los médicos que se animan a prescribir la meditación sobre la base de los efectos positivos en un rango cada vez más amplio de enfermedades.
No obstante, en esta secularización de la práctica meditativa para adaptarla a la clínica, se había dejado atrás un aspecto esencial: las reacciones inesperadas, desagradables y hasta perjudiciales. Como afirman los autores de un estudio publicado en Plos One, mientras que la literatura budista ha descrito pormenorizadamente los aspectos desafiantes de la meditación, la científica no le había prestado suficiente atención.
Por ello, un equipo de investigadores liderados por Jared R. Lindahl se propuso describir los otros aspectos relacionados con la meditación budista, para lo cual entrevistaron a un centenar de meditadores y profesores de esta práctica en las tres tradiciones principales: Theravada, Zen y Tibetana.
Las respuestas han sido analizadas con métodos cuantitativos, y se reunieron 59 experiencias englobadas en siete dominios: cognitivo, perceptual, afectivo (relativo a la emoción y el estado de ánimo), somático, conativo (relativo a la motivación y la voluntad), referente al sentido del yo, y social.
Miedo y ansiedad
Todos los participantes encuestados relataron experiencias imprevistas en todos los dominios: desde hipersensibilidad a la luz y al sonido a insomnio, movimientos involuntarios del cuerpo. También hubo reacciones de pánico, miedo y ansiedad. Estas reacciones inesperadas se podían mantener durante días, semanas y hasta décadas.
Los autores también identificaron experiencias positivas, como la sensación de unidad con el resto de las personas, que podían acabar yendo demasiado lejos, con sensaciones de vejación o violación de la intimidad. Además, experiencias vividas durante retiros espirituales podían llegar a interferir con el día a día posterior.
Además, hallaron que estas vivencias no buscadas desafiaban las causas a las que comúnmente se les puede asociar, como experiencias traumáticas en el pasado, práctica sin supervisión o durante retiros demasiado largos, o una práctica incorrecta.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.