Carlos Rus, presidente de ASPE.
El
coronavirus Covid-19 ha supuesto un reto sin precedentes para nuestro
Sistema Nacional de Salud (SNS). Entre otras cosas, ha obligado a la sanidad pública y a la sanidad privada a trabajar como una sola para vencer al enemigo común. La
Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) ha sido uno de los actores clave en esta pandemia, siendo la voz del sector de la sanidad privada. Es por ello, que el testimonio de su presidente,
Carlos Rus, no podía faltar en el especial '
Lecciones del Covid-19 (qué ha aprendido el sector sanitario español ante la pandemia)'.
El presidente de ASPE pone de manifiesto que la pandemia ha supuesto un
importante golpe a la salud económica de la sanidad privada. Hasta
5.000 centro podrían quebrar en la segunda ola. Para evitar que esto ocurra en próximas oleadas, Rus propone un
protocolo de colaboración público-privada en sanidad que
siente las bases de la acción común frente al Covid-19
¿Cuáles son los aciertos y errores que considera que se han cometido durante esta crisis?
"Un protocolo de este tipo es la única manera de hacer seguimiento a las patologías que han quedado relegadas por el coronavirus"
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El acierto ha sido trabajar de forma conjunta, la sanidad pública con la sanidad privada. En cuanto a los errores, en ASPE consideramos como tales el haber declarado esencial aquellos centros sanitarios que no tenían capacidad de lucha contra el Covid como es el caso de los centros sin internamiento, que estuvieron obligados a mantener sus instalaciones abiertas y a todo su personal a disposición pese a no tener pacientes Covid ni de otro tipo por la desprogramación de actividad ordinaria.Por otro lado, cabe mencionar el retraso en tomar las medidas de ERTE en centros sanitarios, así como el IVA al tipo 0 por ciento.
Ante una crisis similar futura, ¿qué medidas deberían adoptarse ya de forma preventiva en cuanto a recursos humanos, recursos materiales, y gestión/organización?
La existencia de un protocolo de colaboración público-privada evitaría la situación vivida en miles de centros sanitarios de titularidad privada, principalmente aquellos sin internamiento, que hoy se enfrentan en muchos casos al cierre. Esta sería además la única manera de garantizar la atención y seguimiento de todas aquellas patologías que han quedado relegadas a un segundo plano desde la irrupción del coronavirus.
¿Qué podría haber aportado el sector de la tecnología sanitaria que no haya podido hacer por la premura en el estallido de la crisis actual?
La experiencia del sector sanitario (público y privado ) es mucho mayor, al igual que el conocimiento de la enfermedad (tratamiento y diagnóstico), lo que hará posible una mejor atención y asistencia a los enfermos Covid.
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