El nuevo servicio del grupo hospitalario está disponible a partir de septiembre en el centro que tiene en Móstoles

HM Puerta del Sur pone en marcha su Unidad de Cirugía Refractiva
Juan Abarca Cidón, presidente de HM Hospitales.


19 sept. 2017 13:50H
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El Hospital Universitario HM Puerta del Sur, en Móstoles, ya cuenta con una Unidad de Cirugía Refractiva, tal y como ha explicado el grupo a través de un comunicado. El servicio está operativo desde el mes de septiembre y complementa el ya existente en el Hospital HM Vallés en Alcalá de Henares.

Este nuevo servicio ofrece una cobertura oftalmológica total para poder prescindir de las gafas de una manera segura, rápida e indolora. “La cirugía refractiva no llega a 10 minutos ambos ojos y es una opción para ganar calidad de vida. Ponemos a disposición de nuestros pacientes la experiencia de ver el mundo sin la necesidad de un cristal o unas lentillas delante de sus ojos”, destaca Gonzalo Bernabéu, director de la Unidad de Cirugía Refractiva del Hospital Universitario HM Puerta del Sur y jefe de Servicio de Oftalmología del Hospital HM Vallés.

Abandonar las gafas

En concreto, la unidad aborda todos los defectos de graduación, miopía, hipermetropía y astigmatismo, lo que provoca que el paciente pueda abandonar las gafas de manera permanente e inmediata. “En HM Hospitales podemos garantizar que cada uno de nuestros pacientes recibirá la mejor información personalizada, sabiendo si es apto o no apto para cirugía láser ocular. Prácticamente todos los defectos de graduación son solucionables con cirugía refractiva, que es muy segura siempre que esté bien indicada. Ahí está la labor del médico a la hora de aconsejar lo mejor para cada uno de nuestros pacientes”, asegura Bernabéu, quien sentencia que, “operamos para mejorar la calidad de vida, no para crear problemas”.

La edad ideal para someterse a una cirugía refractiva reside, en términos generales, a partir de los 22-23 años tras observar estabilidad en el defecto de graduación en los pacientes miopes. En sujetos hipermétropes se suele esperar a una edad más tardía, a partir de los 30, simplemente porque es la edad en la que la hipermetropía empieza a ser más molesta cada día. Aunque también existen limitaciones.

En niños no se contempla actualmente. Generalizando, en personas más mayores, con edades superiores a 50-55 años, no suele realizarse cirugía refractiva por estar la presbicia ya muy establecida, y la posible aparición de cataratas en unos años que requiera una nueva cirugía”, indica Bernabéu.

La última tecnología, todas las técnicas

Este nuevo servicio cuenta con los últimos avances tecnológicos y un equipo experto. En concreto, la Unidad de Cirugía Refractiva de HM Puerta del Sur cuenta con el Láser Excímer para eliminar dioptrías, una tecnología renovada con ya casi 30 años de experiencia y que puede aplicarse directamente sobre la córnea, conocido como tratamiento de superficie, PRK o Lasek.

También puede crearse una lámina muy fina de tejido corneal, conocido como Lasik, que tras levantarse permite la aplicación del Láser Excímer, recolocando dicha lámina tras eliminar las dioptrías. “Cualquiera de las técnicas ofrece los mismos resultados visuales, pero cada una de ellas puede ser más aconsejable en un paciente u otro, dependiendo de su estudio oftalmológico, edad, patologías añadidas o su actividad laboral”, señala.

Seguridad

La seguridad es el mayor aval de esta técnica quirúrgica. No obstante nada tiene riesgo cero, por este motivo todo se informa detalladamente en la consulta preoperatoria. La mayoría de los pacientes que se someten a esta cirugía láser ocular son personas jóvenes y sanas, un simple bajo índice de complicaciones llevaría a la no realización de estas cirugías.

En relación a la eficacia, es extremadamente raro necesitar el retoque de un paciente, pero depende de la magnitud del defecto de graduación a corregir, las probabilidades varían respecto a la media, en algunos casos excepcionales. Lo habitual, sin embargo, es que en muy pocas horas en el caso del Lasik, o pocos días en el tratamiento de superficie, el paciente recupere con la intervención el cien por cien de visión sin gafas.

Poder vivir sin depender de algo material, poder levantarse por la mañana, abrir los ojos y ver es algo que solo el que no veía nos puede explicar. En mi experiencia, los pacientes refieren con una frecuencia altísima, que es la mejor decisión que han tomado en su vida, creo que es una pregunta que se contesta por si sola cuando descubren que por unos minutos de tratamiento, su vida deja de ser dependiente de una gafa. Hoy en día cualquier persona, del ámbito laboral que sea, acude interesada en quitarse las gafas, el salto de calidad de vida, no es discutible”, concluye Bernabéu.
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