Alberto Fantova, médico especialista en Urología de Clínica HLA Montpellier.
17 dic. 2021 10:00H
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En los últimos años, el desarrollo del láser para procedimientos urológicos ha sido uno de los mayores avances del tratamiento de diversas patologías como la hiperplasia prostática o la litotricia (fragmentación de cálculos urinarios). Mediante el refinamiento de los instrumentos que permiten un acceso por la uretra se evita cualquier tipo de herida o incisión. Para llevar a cabo esta técnica se utiliza instrumental muy fino y de alta precisión y se obtienen unas imágenes del interior de la vía urinaria, accediendo a cualquier tipo de cálculo.
La energía láser permite pulverizar los cálculos en fragmentos muy pequeños, que son expulsados posteriormente por el paciente sin ningún tipo de molestia. Además, esta técnica permite, previa toma de biopsias, el tratamiento de tumores de origen urotelial en el interior del uréter y en la vejiga; de igual forma con una rápida recuperación y un mínimo sangrado. También está indicado su uso en patología de dificultad miccional por estenosis de la vía uretral, permitiendo realizar la exéresis de la zona fibrótica que provoca la disminución de calibre de la uretra.
Debido a que la cirugía endoscópica con láser es un procedimiento mínimamente invasivo transuretral y sin ningún tipo de cirugía abierta, no requiere ninguna preparación especial y puede realizarse tanto de forma programada como de forma urgente ante un paciente que ingresa con un intenso dolor provocado por el cólico renal obstructivo.
Como indica Alberto Fantova, médico especialista en Urología de Clínica HLA Montpellier, “en nuestra práctica diaria el ingreso hospitalario de urgencia más frecuente es el cólico renal y su resolución gracias a la técnica láser es muy rápida, pudiendo tratar al paciente y resolviendo el cuadro en menos de 24 horas. Partiendo de la premisa que el dolor de tipo cólico renal es uno de los más intensos es un gran avance en el paciente, se resuelve esta dolencia con gran celeridad y se minimiza el riesgo quirúrgico”.
Las revisiones periódicas de próstata son esenciales
Habitualmente, los cálculos en el aparato urinario son un conjunto de alteraciones que suelen corresponder a una predisposición metabólica y a una disminución de la ingesta de agua o incremento del consumo de ciertos alimentos ricos en calcio, oxalatos o ácido úrico. Se trata de una patología muy común que, con un control urológico/nefrológico periódico en aquellos pacientes con cierta predisposición puede controlarse combinando medidas higiénico-dietéticas y en aquellos casos que sea necesario, medicación individualizada. Todo ello en base a estudios realizados en la consulta; analítica de sangre completa y estudio metabólico mineral de orina de 24 horas.
Dentro de esta especialidad, son muy importantes las revisiones periódicas de próstata. El factor de riesgo conocido más importante es un antecedente de un familiar directo. En cuanto a la edad, la incidencia de la enfermedad se incrementa a partir de los 50 años. “De forma genérica aconsejamos las revisiones a partir de los 45 años cuando hay un factor genético o de raza asociado, o a partir de los 50 años cuando el varón presenta alguna sintomatología urinaria como dificultad miccional, incremento de la frecuencia miccional, sangre en orina, dolor pelviano, etc.”, indica el especialista.
Para la resolución de los problemas obstructivos prostáticos por la hiperplasia prostática benigna, en la Clínica HLA Montpellier realizan la resección transuretral con energía bipolar. Esta cirugía produce una vaporización del tejido que, con respecto a la técnica monopolar previa, mejora notablemente la recuperación del paciente puesto que se trata de una intervención mínimamente invasiva a través de la uretra sin ninguna incisión ni cirugía abierta.
Otro tratamiento novedoso para la incontinencia urinaria masculina, habitualmente producida por patología prostática y por debilidad del suelo pélvico, consiste en la colocación de una Malla Ajustable Transobturatriz, la cual está dando muy buenos resultados. Consiste en un dispositivo que se coloca como una “bufanda” alrededor de la uretra que permite su ajuste exterior a través de una válvula que se coloca en el interior del escroto y acelera la recuperación de la incontinencia, mejorando así la calidad de vida del paciente.
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