Redacción. Madrid
El PP ha propuesto al Gobierno en el Congreso que implante de forma progresiva la receta electrónica para todos los beneficiarios en el Régimen Especial de Seguridad Social gestionado por Muface, eliminando paulatinamente el uso del papel y potenciando la utilización, en la gestión de las prestaciones sociales y sanitarias, de la Administración Electrónica.
La iniciativa ha sido registrada para su debate en la Comisión de Hacienda y Administraciones Públicas, y en ella resalta que la receta electrónica representa una "oportunidad" para mejorar la calidad y seguridad del proceso de dispensación de medicamentos a través de las oficinas de farmacia, ahorrando costes y mejorando la gestión, "para ganar en calidad, celeridad y eficiencia".
Eso sí, avisa de que su implantación y puesta en marcha sería "muy progresiva", dada la gran cantidad de entidades públicas y privadas implicadas en este proceso (Administraciones públicas, entidades de seguro libre, profesionales médicos y farmacéuticos), y también porque se financiaría en parte con los ahorros que el propio esquema de receta electrónica genere, lo que permitiría generar fondos en distintas partidas presupuestarias sin requerir una fuerte inversión previa.
Muface presta servicio a más de 1,5 millones de funcionarios y sus beneficiarios constituyendo un sistema que garantiza y gestiona las prestaciones sanitarias, farmacéuticas y sociales de este colectivo, sostiene el PP. En opinión de los 'populares', el modelo goza en la actualidad de un "extraordinario prestigio y una gran consideración social", amparado en la "gestión profesional, eficaz e independiente" de sus gestores, lo que ha permitido que, pese los envites de la crisis, el modelo Muface sea reconocido como un "modelo de éxito" como régimen de cobertura social. Sin embargo, lamenta que las necesidades de ajuste presupuestario, derivados de los requerimientos de consolidación fiscal para lograr el cumplimiento de los objetivos de déficit público, exigen optimizar y maximizar, sin merma de la calidad de las prestaciones sociales y sanitarias ofertadas, los recursos disponibles.
En ese sentido, y en aras de mejorar el servicio y garantizar la calidad, el PP defiende que la progresiva implantación de la receta electrónica servirá a un doble objetivo: optimizar los recursos generando importantes ahorros de costes, aumentando el control y mejorando la gestión de la prestación farmacéutica y, por otro lado, agilizar los procedimientos al hacer de la vía electrónica la fundamental en la gestión de esta prestación, así como acelerar la implantación de la administración electrónica.