Un especialista comparte en X consejos que van desde descansar y alimentarse adecuadamente, planificarse y pedir ayuda

Un médico da cinco consejos para afrontar con garantías las guardias nocturnas en una UCI
Aspectos como el descanso, la alimentación y la planificación pueden ayudar a los médicos durante una guardia nocturna.


21 jul. 2024 14:50H
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En los últimos meses se han intensificado las quejas del colectivo médico en torno al modelo de guardias de 24 horas, un sistema que, a medida que avanza el día, va aumentando el cansancio de los profesionales sanitarios y lastrando sus facultades, con los riesgos que ello conlleva a la hora de atender de forma adecuada a los pacientes. Desde el Ministerio de Sanidad se ha indicado en varias ocasiones que está trabajando para poner fin a las guardias maratonianas en la reforma del Estatuto Marco, cuya negociación está aparcada hasta después del verano. Pero, aun acortando las horas de guardia, afrontar los turnos nocturnos puede resultar complicado para el personal médico. Por eso hay quien se vale de ciertos trucos para mantenerse alerta.

Es el caso del intensivista estadounidense Ross Prager. “Los turnos de noche pueden ser brutales”, dice en un post reciente de su cuenta de X, donde el médico comparte cinco tips para “sobrevivir” a las guardias nocturnas basados en su experiencia como “paramédico, estudiante de Medicina, residente y, ahora, médico asistente de UCI”.

Tip 1: intenta comer sano


A pesar de que en un turno médico de noche puede haber tentempiés tentadores como donuts y otros dulces, Prager apuesta por ‘esquivarlos’: “Si vas a hacer guardias nocturnas a largo plazo, trata de ser consciente de los alimentos que consumes, ya que su impacto se acumula”.

El médico pone de ejemplo de dieta nocturna para afrontar con garantías el trabajo sanitario su propio menú: “sándwich, manzana, verduras, una mezcla de frutos secos… y café, mucho café”.

Tip 2: llegar antes para entrar en ‘modo juego’


El intensivista recomienda llegar a la guardia unos minutos antes de que empiece el turno para poder establecer un planning que ayude a atender a un alto volumen de pacientes, en el caso de que lo haya.

Según afirma, esa organización ayuda a asegurarse de que se cuenta con el contacto de todos los compañeros de guardia, revisar el cronograma de llamadas a otros servicios con los que será necesario interactuar y, por último, revisar las consultas pendientes “para tomar el pulso a cómo se perfila la noche”.

Tip 3: dormir cuando se pueda


El descanso es fundamental para que las facultades del profesional médico no estén mermadas en el caso de tener que atender a un paciente. “Si tienes el lujo de poder dormir unos minutos durante un tiempo de inactividad, hazlo”, dice Prager.

En cualquier caso, el volumen de usuarios a atender no da tiempo para echar una cabezadita. En ese caso, el facultativo aconseja, como mínimo, relajarse: “Puede ayudarte a mantenerte cuerdo”.

Por último, Prager recomienda ponerse el despertador unos minutos antes de hacer el cambio de turno a la mañana siguiente: “No te levantes de la cama directamente para el cambio: el equipo se dará cuenta”.

Tip 4: no conducir a casa con sueño


Los riesgos del cansancio que conllevan las guardias nocturnas no son sólo para los pacientes, sino también para los médicos, incluso cuando el turno ya ha terminado. “Cuando era un joven paramédico, casi muero conduciendo a casa después de un turno de noche porque me quedé dormido al volante. Gracias a Dios me choqué contra unos setos y no contra un árbol”, cuenta Prager.

Por ello, el facultativo aconseja no conducir hasta casa si uno está demasiado cansado, sino dormir un poco antes o regresar en taxi. Además, recomienda usar gafas de sol para protegerse de la luz matutina, que incide con mayor fuerza en los ojos cansados; tomar café u otra bebida con cafeína; y llamar por teléfono a alguien durante la conducción para que te mantenga despierto.

Tip 5: pedir ayuda si es necesario


Prager recuerda que, incluso en los casos en los que hay pocos pacientes durante la noche, nunca está de más pedir ayuda a otros compañeros si resulta necesario. No importa si es alguien con menos experiencia. “No te dan puntos por ser un mártir”, asegura.

No obstante, este consejo va más dirigido a los residentes: “Sus tutores están de guardia por una razón. Llámalos cuando puedan ayudarte”.
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