Ismael Sánchez. Madrid
Algo infrecuente como la atención sociosanitaria privada se hace realidad de la mano de Casta Salud, que ha logrado consolidarse en España como gestor de centros de media y larga estancia dirigidos a pacientes con enfermedad mental. Su directora general, Olga Ginés, defiende el papel privado en la provisión de servicios sanitarios y ve perfectamente posible compatibilizar los objetivos económicos con los asistenciales y terapéuticos: “Es lo que llevo haciendo desde hace diez años. Eso de que la gestión privada solo está orientada a resultados, yo nunca lo he vivido”, asegura en una entrevista con Redacción Médica.
La directora de Casta Salud destaca la multidisciplinaridad en el tratamiento a enfermedades mentales. |
Casta Salud tiene su origen en 1999 cuando el grupo de ingeniería Eptisa decide prestar servicios en otros campos. Se plantean las residencias de la tercera edad, pero prefieren una disciplina que requiera aún mayor especialización. Y optan por la salud mental. “Ahora mismo somos la segunda empresa de España en este ámbito, gracias a cinco centros y mil camas”. El centro madre se ubica en Arévalo, en Ávila, y los demás en Asturias, Madrid y País Vasco.
“Trabajamos fundamentalmente la reinserción laboral y comunitaria a través de programas de empleo con apoyo y de planes terapéuticos individualizados, que siempre intentamos llevar a cabo en colaboración con las familias”. Otro de los principios de la compañía es el entendimiento con las administraciones públicas: “Lleguemos o no a un acuerdo, siempre procuramos que nuestro modelo asistencial vaya acorde con la línea de trabajo de la Consejería”.
Ante la falta de desarrollo suficiente de las estructuras públicas asistenciales en salud mental, Ginés entiende que la iniciativa privada puede cubrir a la perfección ese hueco: “Estamos dando una salida a la cobertura de una necesidad que tienen planteadas algunas comunidades autónomas, que no tienen suficientes recursos o porque su capacidad de colaborar es limitada”. Esta conjunción de esfuerzos conduce a otra de las bases indispensables de una atención a la salud mental de calidad: la necesaria coordinación entre todos los recursos disponibles: “Hemos avanzado mucho en esta materia. Ahora hay un plan terapéutico que se sigue tanto por parte del sistema público como por la parte privada, con lo que garantizamos una continuidad asistencial que es lo mejor para el paciente”.
Olga Ginés. |
Ganando en especialización
Otro de los factores que explica el desarrollo de la salud mental es la mejor capacitación profesional: “Hemos ganado en especialización. Antes era complicado encontrar enfermeras o psicólogos especializados. Ya no. De hecho, nosotros tenemos un plan de formación continuada en Casta Salud y, además, muchos universitarios completan su formación en nuestros centros, tanto en pregrado como en posgrado”.
Además de la gestión y la formación, Casta Salud tiene otras dos líneas de actividad: la consultoría y la investigación. Gracias a la primera, están gestionando el programa de metadona de la Comunidad de Madrid, por el que dan servicio a unos 9.000 pacientes: “Elaboramos el fármaco en nuestra unidad de farmacia. Además, gestionamos centros de atención a drogodependientes y unidades móviles, y asumimos el control y la supervisión de la dispensación”.
Respecto a la investigación, Casta Salud trabaja ahora mismo en tres proyectos: terapia robótica, polimorfismos genéticos y discapacidad intelectual gravemente afectada.
Este año, Casta Salud quiere consolidar todas sus actividades. Inicialmente, no tienen previsto invertir en crear nuevos centros de salud mental. “Preferimos gestionar los ya existentes, sean públicos o privados”, comenta Ginés, convencida de que en la consultoría y en la investigación también tienen posibilidades reales de crecimiento.