Isabel Aranda y Víctor Pérez Solá.
El camino hacia los
Presupuestos Generales del Estado (PGE) 2023 ya ha empezado tras el acuerdo entre
PSOE y Unidas Podemos. Estos reforzarán la partida destinada a
tres áreas sanitarias principales: Atención Primaria, salud bucodental y
salud mental. Respecto a esta última, el Ejecutivo de coalición aumentará el 67 por ciento la partida presupuestaria, según ha informado la ministra de Trabajo,
Yolanda Díaz. Un presupuesto que tanto psicólogos como psiquiatras califican de "muy justo" para cubrir las necesidades actuales de España y que tampoco sitúa el presupuesto de Salud Mental a la altura de la media europea del 7-8 por ciento del total de la partida destinada a Sanidad.
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No cubre todas las necesidades que España requiere para mejorar en todo lo que concierne a la
salud mental", asegura Isabel Aranda, miembro de la División de Psicología del Trabajo del Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos. Un análisis que comparte el presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (Sepsm), Víctor Pérez Solá:
"Nunca es suficiente el aumento, pero bienvenido sea".
En ese sentido, el especialista considera que aumentar la partida de los PGE en
16 millones de euros "es fantástico", pero hay que tener en cuenta que la
mayor parte del presupuesto está gestionado desde las
comunidades autónomas. "Por lo tanto, el impulso del Gobierno debe traducirse en que las
comunidades autónomas
se vean incentivadas a impulsar la salud mental"
, detalla el presidente de Sepsm.
Un efecto contagio en el que Pérez Solá pone sus esperanzas. "Esto puede incentivar que las comunidades autónomas destinen mayor parte de su presupuesto en
prevención y promoción de la salud mental. Es esencial que las CCAA cojan el relevo e incentiven los dispositivos y planes que hay en cada región. Deberíamos asegurar la equidad entre territorios y que todos los ciudadanos tengan un mínimo de servicios de salud mental".
Una equiparación con Europa aún lejana
Respecto a la cantidad deseada por los facultativos, desde la Sespsm se "darían por satisfechos" si el presupuesto destinado a salud mental se asemejara al de los países europeos.
"Deberíamos llegar a la media del 7- 8 por ciento, incluso algunos países llegan al 10 por ciento. Para esto queda mucho, ya que en España estamos actualmente en el 5 por ciento".
Desde Psicología se muestran más cautos a la hora de decir
qué porcentaje sería necesario, pero sí aseguran que el actual "es muy justo y, probablemente, insuficiente". Además, según la psicóloga, España "exige que se destine el dinero que haga falta a la salud mental, ya que en esta materia España va muy retrasada respecto al resto de Europa".
¿Dónde se debe destinar el dinero en Salud Mental?
Más allá de la cantidad, lo que sí tienen claro tanto psicólogos como psiquiatras es que el dinero de estos
PGE 2023 en el área de salud mental debe focalizarse en la prevención y la detección temprana. En concreto, desde el Colegio de Psicólogos apuntan hacia un refuerzo de la Atención Primaria. "Estos presupuestos deberían tener como principal objetivo reforzar las
plazas de los psicólogos en la Atención Primaria, pues es donde primero se detecta este tipo de patologías", reivindica Aranda, quien, además, augura que "si esto no se blinda,
España no va por el buen camino en cuanto a la salud mental".
Por su parte, desde Psiquiatría entienden que las máximas prioridades son los jóvenes y el suicidio. "El dinero debe ir destinado especialmente a todo lo relacionado co
n promoción y prevención, especialmente a gente joven y en casos de suicidios", explica Pérez Solá. Unos objetivos prioritarios que se complementan con un
refuerzo de la parte "comunitaria" para "aumentar la capacidad de la comunidad para contener a los enfermos". Además, el presidente de Sepsm expone un tercer objetivo: "En algunas comunidades autónomas también tenemos un problema muy importante con los
pacientes crónicos que siguen ingresados en los hospitales psiquiátricos y es un hándicap muy importante que se debe solucionar".
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