Universidad de Almería.
20 may. 2019 19:05H
SE LEE EN 2 minutos
La Universidad de Almería (UAL) ha indicado este lunes que el bioquímico e investigador Juan Martín García lidera un proyecto de la NASA, donde es el investigador principal del proyecto 'Improving the quality of Taspase1 crystals by microgravity' mediante el que se estudia en situaciones de microgravedad la proteína Taspase 1 relacionada con el cáncer.
A bordo de la nave espacial Dragon de SpaceX, el Laboratorio Nacional de la Estación Espacial Internacional (EEI) de Estados Unidos ha lanzado al espacio esta proteína en un laboratorio orbital con el fin de realizar estudios para mejorar la salud humana a través del desarrollo de fármacos, según ha indicado la UAL en una nota.
Martín lidera este trabajo para estudiar cómo se forman los cristales de proteínas en un entorno de microgravedad, de modo que junto a su equipo han publicado un artículo sobre la forma tridimensional completa de la proteína.
"Dado que las proteínas son los gestores atómicos de todos los aspectos de una célula viva, comprender las estructuras es imprescindible para entender nuestra propia salud", ha indicado Martín, quien considera que "conociendo la composición atómica exacta podemos diseñar mucho más fácilmente un inhibidor apropiado, y quizás, acelerar la investigación farmacéutica para descubrir nuevas formas de intervenir en el crecimiento del cáncer".
Junto con la NASA y el Instituto Nacional del Cáncer, el equipo de CASD planea cultivar cristales en condiciones de microgravedad dentro de la órbita terrestre baja. El objetivo final es utilizar este método para preparar proteínas para análisis que ofrecen objetivos específicos para nuevos medicamentos de base biológica que combaten el cáncer con menos efectos secundarios. Si tiene éxito, este enfoque ofrecerá una nueva forma de entender las proteínas que son notoriamente resistentes a la cristalografía y otros métodos estándar de análisis estructural.
Según recoge la UAL, "el espacio es un excelente entorno para estudiar proteínas tridimensionales complejas, porque la gravedad y las fuerzas convectivas no interfieren con la formación de cristales, lo que permite la creación de cristales más grandes y más perfectos. Con cristales grandes, los científicos en la Tierra pueden usar la cristalografía de rayos X para determinar cómo se organiza la proteína. Y determinar las estructuras de proteínas ayuda a los investigadores a diseñar nuevos fármacos".
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.