Toni Celià-Terrassa, uno de los líderes del proyecto del Instituto Hospital del Mar
Un estudio ha llegado a descubrir un
abordaje que puede
incrementar radicalmente el éxito de la
inmunoterapia en uno de los tipos de
cáncer de mama más
agresivos, el
cáncer de mama triple negativo. La investigación, publicada en la revista
Nature Cancer, ha sido llevada a cabo por el Laboratorio de Células Madre Cancerosas y Dinámicas de
Metástasis. Los líderes del proyecto son investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas y del
Hospital del Mar (IMIM-Hospital del Mar), el biólogo y bioquímico
Toni Celià-Terrassa y el jefe del Servicio de Oncología del Hospital del Mar
Joan Albanell.
En este trabajo, los investigadores han descubierto que las
células madre tumorales son la causa principal de la
resistencia a la inmunoterapia en este subtipo de cáncer de mama. La razón es que estas células son invisibles al
sistema inmunitario, y esto hace que la inmunoterapia no funcione. Además, el estudio ofrece una solución
muy prometedora a esta situación utilizando un nuevo abordaje terapéutico en modelos preclínicos para hacer que las células madre cancerosas se vuelvan visibles para el sistema inmunitario y este pueda eliminar el tumor.
Esta subpoblación de células más agresivas puede representar entre el
5 y el 50 por ciento de toda la
población tumoral en el cáncer de mama triple negativo. Tienen niveles bajos del factor
LCOR, que juega un papel clave, no previamente conocido, para que las células presenten en su superficie los antígenos, moléculas que permiten al sistema inmunitario diferenciar a las células normales de las tumorales y atacar a estas últimas. Por lo tanto, en el caso de las células madre tumorales, la baja presencia de este factor LCOR hace que resulten
invisibles a las defensas del cuerpo. Esto tiene como consecuencia que estas células son resistentes a la inmunoterapia en cáncer de mama, que en la práctica clínica actual presenta una tasa de éxito relativamente baja.
La baja presencia de LCOR hace que las células tumorales sean invisibles a las defensas del cuerpo
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Esta habilidad de las células
madre tumorales de permanecer invisibles ante el sistema inmunitario le permite sobrevivir al
tratamiento con inmunoterapia. El biólogo y bioquímico
Celià Terrassa afirma que "hemos comprobado cómo, a pesar del tratamiento con inmunoterapia, estas células sobreviven y tienen la capacidad de generar resistencias, un hecho vinculado con su capacidad de ocultarse del sistema inmunitario, que les permite evadir la inmunoterapia".
Reconfigurar el tumor para hacerlo visible
Los investigadores comprobaron, con modelos
animales con ratones, como esta situación se revertía cuando se activaba el gen LCOR en este tipo de células y se ponía en marcha la maquinaria para ser detectadas por el sistema inmunitario. "Se trata de reconfigurar el tumor para hacerlo totalmente visible y, por lo tanto, sensible a la inmunoterapia, pasando de la invisibilidad a la visibilidad", apunta
Iván Pérez-Núñez, investigador predoctoral del Laboratorio de Células Madre Cancerosas y Dinámicas de Metástasis y primer firmante del trabajo. Los investigadores pudieron comprobar cómo, combinando esta aproximación con la inmunoterapia, la tasa de respuesta al tratamiento era total y se eliminaban todos los tumores, curando a los ratones a largo plazo. Este hecho permite evitar la reaparición del cáncer y la generación de resistencias.
"Se trata de reconfigurar el tumor para hacerlo totalmente visible"
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El equipo de investigadores, inspirado por la tecnología utilizada en el diseño de las vacunas de
ARN mensajero contra la COVID-19, decidió usar una estrategia similar para transportar e introducir en las células tumorales ARN del gen LCOR y activar su función. Se desarrollaron nanovesículas biológicas, pequeñas estructuras en forma de bolsa formadas en las células, para trasladar esta información y se comprobó que lo hacían de forma exitosa, impidiendo la invisibilidad de las células madre tumorales.
Posible aplicación de la estrategia en otros tipos de cáncer de mama
"Lo que estamos haciendo es que el
sistema inmunitario vea mejor a la célula tumoral. A diferencia de las células sanas, las células malignas tienen mucha más carga de antígenos 'extraños' reconocidos, no propios del sistema inmunitario. De esta manera, las defensas naturales del cuerpo reconocerán, atacarán y eliminarán las células malignas", explica Celià-Terrassa. En este sentido, apunta que "hemos encontrado cómo hacer que este tipo de cáncer de mama
responda a la inmunoterapia en modelos preclínicos, haciendo a estas células visibles gracias a la utilización del mecanismo que regula la presentación de antígenos, potenciando así la respuesta a la inmunoterapia y su eficiencia".
Esta estrategia puede ser aplicable a
otros tipos de tumor de
cáncer de mama y a otros tipos de tumor, a pesar de que primero habrá que realizar estudios de seguridad y ensayos clínicos en humanos. En todo caso, este abordaje, según Albanell, “demuestra una sensibilización sin precedentes del cáncer de mama triple negativo a la inmunoterapia, convirtiendo tumores resistentes en tumores virtualmente curables. "Esto nos motiva inequívocamente a investigar estrategias terapéuticas que puedan culminar en ensayos clínicos, y a investigar si puede ser aplicable a otros tumores".
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