Beatriz Domínguez-Gil, directora de la ONT.
La
directora de servicios médicos de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Elisabeth Coll, afirma que la posibilidad de que un
donante de órganos transmita un
cáncer es "
excepcional", en España se dan t
res casos por cada 10.000 trasplantes, un dato inferior al registrado a nivel mundial que es de cinco casos cada 10.000 trasplantados. Precisamente,
se ha conocido un caso de una mujer que donó sus órganos y trasmitió el cáncer que padecía a cuatro personas.
Actualmente, en España hay registrados 10 casos de
neoplasias por trasmisión de un donante tras un trasplante, de ellos seis pacientes fallecieron, según el último informe publicado por la ONT, que registra los casos ocurridos desde
1996 al 2006, un periodo en el que se realizaron
38.215 trasplantes.
Estos datos indican, según señala Coll en declaraciones a
Europa Press, que "España tiene un porcentaje bajísimo de casos, más bajo que el reconocido internacionalmente", y, apunta, todo parece indicar que
en el próximo informe el número de casos será similar y la media se mantendrá en tres casos cada 10.000.
"Estos casos pasan en todos los países donde se realizan trasplantes porque el riesgo cero no existe", advierte, recordando que "hay en ocasiones donde desgraciadamente no se puede detectar durante el proceso de la donación", así detectar un
microcarcinoma en un donante de órganos es complicado si no hay sospechas o antecedentes.
En cuanto al caso publicado por la
Sociedad de Trasplantes de Estados Unidos, que hace referencia a cuatro pacientes fallecidos tras sufrir un cáncer trasmitido por una donante única, afirma que se trata de un caso "dramático" porque hay muchos
receptores implicados, pero recuerda que "hay otros casos publicados en la literatura científica y, por desgracia, no será el último".
El problema parte de que con las pruebas que se realizan durante el proceso de donación no se pueden detectar las
neoplasias microscópicas, y no se sabe hasta que, pasados los años, se recaba la información. "Estos casos necesitan un seguimiento hasta que se produce la trasmisión y se relaciona como real con el donante; hay que tener en cuenta que hay casos de neoplasias que no están relacionados con el donante. Es un proceso largo de estudiar", advierte.
Los casos aparecen publicados en la
Guía del Consejo de Europa, en la que España participa directamente en su elaboración, el objetivo es revisar los datos cada dos años teniendo en cuenta todos los nuevos casos que aparecen para "aprender de ellos". Así, tanto desde la red de coordinación nacional como internacionalmente se notifican estos casos y se publican para tratar de "prevenir en lo posible" que esto suceda.
"Por desgracia estos
casos son indetectables en el proceso de la donación y por eso decimos que no hay riesgo cero. Intentamos cada vez incorporar pruebas más sensibles, se hace todo lo humanamente posible para descartar el riesgo, todos los estudios que permite la tecnología actual y con las condiciones de tiempo que se tiene en un trasplante; se hacen todas las pruebas para
minimizar cualquier riesgo de trasmisión, y se hace una
historia clínica y física detalladísima", aclara.
Este año España, con 2.183 donantes y 5.261 órganos trasplantados en 2017, ha vuelto a revalidar por vigésimo sexto año consecutivo su liderazgo mundial en trasplantes, con una tasa de 47,0
donantes por millón de población (p.m.p). Así, el año pasado aportó el 19,2 por ciento de todas las donaciones de órganos en la
Unión Europea y el 6,4 por ciento de las registradas en el mundo,
pese a que apenas representa el 9,1 por ciento de la población europea y el 0,6 por ciento de la mundial.
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