Nueve pacientes inspiran el proyecto musical benéfico de un neurocirujano

La música y la Medicina son la simbiosis que marca la vida de Andreu Gabarrós, jefe de Servicio de Neurocirugía. Siempre han ido de la mano. El facultativo lleva 30 años en el Hospital Universitario de Bellvitge y a sus espaldas deja más de mil operaciones, muchas de tumores cerebrales. En todo este tiempo ha conocido a numerosos pacientes, algunos con los que comparte su gran pasión por la música. Nueve de ellos son los que le han inspirado para crear un disco con su grupo Dorigen. Pero estos no solo han sido inspiración, sino que también han intervenido en la grabación de cada uno de los sencillos, tocando algún instrumento o cantando. En los próximos meses presentarán este proyecto, llamado 'Sinfonía de los Héroes', en auditorios y todos los beneficios irán destinados a la investigación del cáncer cerebral.

Cuenta Gabarrós que cuando apenas tenía siete años apuntó en una libreta qué sería de mayor: futbolista y médico. La rama deportiva la descartó como modo de vida, pero el interés sanitario lo continuó cultivando. Sin embargo, a la hora de elegir qué carrera estudiar le invadieron las dudas por culpa de la música. Las salidas profesionales hicieron que al final se decantara por Medicina para posteriormente realizar la especialidad de Neurocirugía en el hospital en el que sigue trabajando.

El facultativo realizó su residencia de Neurocirugía en el Hospital de Bellvitge, donde sigue desarrollando su actividad asistencial.

Con siete años también ocurrió un acontecimiento clave en relación con la otra gran vertiente de su vida: la música. Fue entonces cuando sus padres apostaron por apuntarle a un coro, una actividad que, aunque a priori le resultaba muy aburrida, ahora cree que le ha sido de gran utilidad en cuanto a cultura musical. Después continuó estudiando más música y a los 12 ya le invitaron a formar parte de su primera banda de rock con la que estuvo un par de años. Tras pasar por varios, ahora lleva desde 2004 en su grupo Dorigen. El piano es su instrumento, aunque si se tuviera que quedar con algo sería con la composición. "Es lo que más disfruto, el componer es algo que me sale espontáneamente, me encanta", detalla. 

Cada jueves se reúnen dos horas para ensayar, aunque siempre intentan dejar un rato para tomar algo y ponerse al día. Aunque considera que es "muy complicado" compaginar su labor asistencial con el grupo, el facultativo insiste en que para él es una vía de escape: "Es una manera de evadirme de lo que es la profesión, que es muy dura, muy exigente y de mucha responsabilidad. Tengo muchas exigencias profesionales y lo compagino con la música porque no me veo viviendo sin ella".

El proyecto personal que aúna música y Medicina

Precisamente ese amor por su profesión y su gran pasión por la música fue la que le impulsó a crear el proyecto 'Sinfonía de los Héroes'. A lo largo de sus tres décadas como médico, ha ido conociendo y operando a pacientes con algún tumor cerebral que también eran músicos, algunos de afición y otros profesionales. “La música siempre ocupó una parte muy importante de mí, entonces me veía reflejado en estos pacientes. Cuando ya había siete pacientes pensé que podíamos hacer algo porque estamos compartiendo una afición que te engancha mucho”, detalla. Fue entonces cuando se le ocurrió grabar un disco con ellos: les compuso canciones personalizadas e inspiradas en detalles personales; se lo planteó a su grupo y se pusieron con ello. Las primeras letras y grabaciones, en las que participaban cada uno de los pacientes, fueron en noviembre de 2018. Pronto llegó a oídos de los directivos del hospital, que le propusieron hacer también un documental, que está previsto que se publique tras el verano.

Para presentar este gran proyecto en forma de disco digital, el 11 de mayo hicieron un concierto de presentación en el que contaron con músicos VIP,  de la talla de Estopa o Antonio Orozco, que apadrinaron canciones; además de con la presencia en el escenario de los verdaderos protagonistas: los pacientes o, en el caso de haber fallecido, con sus familiares. Se agotaron todas las entradas y la acogida fue mucho mejor de la esperada. "Las personas que fueron al concierto me transmitieron que fue algo indescriptible, muy grande e irrepetible. Se crea una atmósfera en el escenario con los músicos, los pacientes músicos, los familiares, la orquesta… el público está atento desde el primer minuto hasta que acaba, no sé por qué engancha tanto", explica.

Sin embargo, Gabarrós se detiene en qué supone también para ellos el haberlo conseguido. "El recorrido que ha llevado a llegar hasta aquí no nos lo quita nadie. A nivel personal lo he vivido, lo he disfrutado, lo sentido, lo he hecho con el corazón y el alma y he visto la reacción de los pacientes que ha sido extraordinaria".

Tanto los beneficios de este primer concierto como de la gira que están organizando para después de la presentación del documental irán directamente a investigación para cáncer cerebral. "Hemos visto una oportunidad para intentar informar a la población y concienciar de que necesitamos más investigación en cáncer cerebral de forma inmediata. Esto nos abre una puerta a recaudar algo de fondos para crear un primer pilar para un sistema de investigación como Dios manda", ahonda. La idea es dialogar con otros centros que ya investigan para coordinarlos y remar en una misma dirección, partiendo de los recursos con los que ya cuentan.

Andreu Gabarrós lleva en el grupo Dorigen desde 2004.