Imagen de la infección del paciente que se inyectó semen en el brazo.
Inyectarse
semen para calmar el dolor del
lumbago. Este remedio, que bien puede sonar a una broma de mal gusto o a un
bulo de internet, ha sido un caso clínico real que un
médico de México ha compartido a través de su perfil en redes sociales denunciando la irresponsabilidad y escasez de evidencia científica de esta práctica.
Según ha confesado
Alejandro Macías (@doctormacias en Twitter), el hombre en cuestión se había dedicado a ‘pincharse’ su propio semen para tratar este dolor que se siente en la región lumbar. Acompañado de varias fotografías, que fueron difundidas por la publicación
Irish Medical Journal, se pueden ver las extremidades del afectado.
El facultativo ha explicado que este ‘ritual’ le ha provocado al hombre una
“extensa infección del brazo” y que en la radiografía se llega a ver el gas que producen las bacterias.
Este extravagante suceso ya había sido puesto en conocimiento en un primer momento por la médica
Lisa Dunne en la publicación científica
Irish Medicial Journal. El hombre irlandés se inyectó una dosis mensual de su propio semen durante un año y medio para tratar el dolor y, tras 18 meses de automedicación, el paciente por fin decidió informar a los profesionales sanitarios e ingresó en el
Hospital Adelaide y Meath (Dublín).
El comentario de Macías ha ido más allá, denunciando que este tipo de remedios caseros no son los únicos que se llevan a cabo y que, incluso, “en otras partes del mundo es más popular inyectarse
orina”.
La publicación de este facultativo bien ha servido a los demás participantes de la conversación de Twitter para hacer algunas bromas e ironizar sobre esta curiosa práctica que había llevado a cabo el enfermo. “Si se le embaraza el brazo se le llamaría ‘embabrazo’”, ha propuesto en tono burlón otro usuario de la red social.
Este hecho anecdótico también ha servido para que otros muchos profesionales compartan algunos de los
casos más inverosímiles que han llegado a ver en consulta. “Una vez, durante mi residencia de Onco, vimos una paciente que tomaba agua de alberca para ‘curar el cáncer. Sí, de alberca (agua sucia y orinada). La gente puede ser muy ignorante”, ha confesado otro médico.
De hecho, el propio autor del tuit principal ha expuesto en otro comentario otra de las prácticas extrañas que se están llevando a cabo. “Se ha vuelto de moda
introducir un diente de ajo en la vagina para fines de higiene y manejo de infecciones. Es inútil y hasta peligroso, pero algunas usuarias ven en la crítica un afán machista; es absurdo”, ha denunciado en otro
tweet.
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