La detección precoz del alzhéimer es fundamental para comenzar el tratamiento y el control de esta enfermedad. Desde Estados Unidos han financiado un estudio para su diagnóstico temprano
a través de muestras de sangre que analizan si hay amiloide en el cuerpo. Con él, se puede lograr un diagnóstico preciso y no invasivo de la enfermedad de alzhéimer; tomar medidas para tratarla y buscar estrategias que puedan
retrasar la aparición de los síntomas.
Esta prueba se realizó a 686 pacientes mayores de 60 años e identificó el estado de la placa amiloide cerebral en el
86 por ciento de los pacientes. Aunque no es una prueba diagnóstica de alzhéimer, sí que ayuda a los médicos a evaluar a sus pacientes con trastornos cognitivos.
En este sentido, se ha demostrado que el
programa de financiación de las pequeñas empresas subvencionado por el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento (NIA) impulsa los avances científicos de la enfermedad de alzhéimer. En concreto, ayuda en la investigación sobre intervenciones de atención, herramientas de diagnóstico y terapias para la enfermedad de alzhéimer y demencias relacionadas. Así se recoge en un reciente artículo, publicado en
Alzheimer's and Dementia: The Journal of the Alzheimer's Association.
"La financiación de la NIA para pequeñas empresas funciona al mantener a las empresas
financiadas durante la etapa inicial y de alto riesgo de desarrollo para que puedan cumplir con su importante trabajo de hacer avanzar la investigación sobre el alzhéimer y las demencias relacionadas y hacer que las intervenciones lleguen a los pacientes más rápido", explica Todd. Haim, Ph.D., jefe de la Oficina de Capacitación y Pequeñas Empresas de NIA. Esta institución ha aportado 280 millones de dólares a la investigación en los últimos 11 años a través de
más de 600 subvenciones a más de 230 pequeñas empresas de Estados Unidos.
Otras investigaciones sobre el alzhéimer financiadas
Asimismo, otra de las investigaciones que ha podido salir adelante gracias a la aportación económica de NIA es ActivePERS, un
colgante de alerta médica avanzada que detecta las caídas y el riesgo de sufrirlas. Gracias a esta tecnología, los adultos con alzhéimer gozan de una mayor independencia.
Otro ejemplo reseñable es la molécula desarrollada por Cognition Therapeutics. Esta pequeña molécula llamada CT1812
normaliza las vías de las células cerebrales que se interrumpen en el alzhéimer y logra la restauración y protección de la sinapsis. En este caso, se subvencionó tanto la recopilación de datos para confirmar sus seguridad como la designación de una empresa para que tratara a las personas con alzhéimer con dicha molécula.
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