Paul Robson, de la 'UConn- Jackson Laboratories for Genomic Medicine Single Cell Center'.
Las
células madre del
cerebro en personas con la forma más severa de
esclerosis múltiple (EM) se ven
mucho más viejas de lo que realmente son, según un estudio dirigido por el Centro de Salud de la Universidad de Connecticut 'UConn Health', en Estados Unidos, y publicado en 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS). Las células
prematuramente viejas actúan de manera diferente en el cerebro que las normales, y podrían ser la clave para nuevos tratamientos para la enfermedad.
La
esclerosis múltiple (EM)
altera la capacidad de los
nervios para
transmitir señales alrededor del cuerpo. El problema lo provoca un aislamiento inflamado y degenerativo alrededor de los nervios: la mielina. Al igual que un cable con aislamiento deshilachado, los
nervios con mielina dañada pueden
cortocircuitar o
captar señales parásitas.
Afortunadamente, la mayoría de las personas con EM tienen
largos periodos de remisión, cuando se recuperan y pueden caminar y vivir como lo hacían antes de desarrollar la enfermedad. Pero con el tiempo, la
mayoría de las personas con EM desarrollan una
enfermedad progresiva, en la que sus
síntomas empeoran constantemente. Y algunas personas realmente comienzan con una enfermedad progresiva, llamada
EM progresiva primaria.
Las células de estos pacientes actúan de forma más avanzada
Actualmente,
solo hay un fármaco para la
patología progresiva, y
ralentiza la progresión,
pero no la detiene. El neurocientífico de UConn Health,
Stephen Crocker, quiere entender mejor la EM progresiva para poder encontrar nuevos tratamientos. En el pasado, él y su equipo habían demostrado que las células madre del cerebro de personas con EM primaria progresiva evitan que los oligodendrocitos, las células que forman la mielina, maduren. Es algo que hacen las células madre del cerebro y es probable que las personas con EM primaria progresiva
nunca tengan remisiones: el aislamiento alrededor de sus células nerviosas nunca se repara.
Las células madre del cerebro examinadas parecían ser décadas más antiguas que otras células similares de personas sanas de la misma edad
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Ahora, Crocker y su equipo informan que las
células madre del cerebro de pacientes con EM progresiva primaria parecen
prematuramente viejas. Las células madre del cerebro examinadas por la neuróloga Anna Williams en la Universidad de Edimburgo, Escocia; Valentina Fossati, en la Fundación de células madre de Nueva York (Estados Unidos) y el laboratorio de Crocker parecían ser décadas más antiguas que otras células similares de personas sanas de la misma edad, como se analizó por marcadores estándar de edad celular.
Y el equipo descubrió que las células madre del cerebro no solo se ven mayores en los pacientes con EM progresiva primaria, sino que también actúan de forma más avanzada. Un análisis realizado por
Paul Robson en 'UConn- Jackson Laboratories for Genomic Medicine Single Cell Center' mostró que los
oligodendrocitos expuestos a las células madre de los pacientes comienzan a
expresar diferentes genes. Esto puede explicar por qué la mielina está comprometida.
La influencia de una proteína producida a niveles altos
Curiosamente, el grupo de investigación descubrió que muchos de los
genes activados en los
oligodendrocitos estaban siendo
estimulados por una
proteína específica, una proteína que las células madre de lo
s pacientes con EM producían a niveles altos. El laboratorio de Crocker demostró que cuando bloqueaban esta proteína,
HMGB1, los oligodendrocitos se desarrollaban normalmente.
"Esta proteína
bloquea activamente la
capacidad de los oligodendrocitos para
madurar. No lo sabíamos antes. Se había
encontrado en
lesiones y se había asociado con la
inflamación, pero se pensaba que solo estimulaba el sistema inmunológico. Ahora podemos ver que si bloqueamos esa proteína,
mejoramos dramáticamente el
crecimiento del
oligodendrocito", asegura Crocker.
"La EM primaria progresiva es una
enfermedad devastadora para la cual todaví
a nos faltan tratamientos efectivos, y la
regeneración de la mielina es una necesidad importante que las terapias actuales no han cumplido", señala Fossati. "Estamos entusiasmados de que el
estudio de células madre humanas en un plato condujo al descubrimiento de un nuevo mecanismo de enfermedad que podría ser utilizado en terapias muy necesarias para los pacientes con EM progresiva", añade.
Uso de rapamicina
"Creemos que
comprender las diferencias entre las
células madre del cerebro de las personas con EM y las de
personas sanas tendrá pistas vitales para el desarrollo de tratamientos muy necesarios", subraya Williams. El laboratorio de Crocker también encontró que el
tratamiento de las células madre del cerebro con
rapamicina ayudó a que las
células se desarrollaran normalmente.
La rapamicina podría ayudar a los pacientes con la forma progresiva de la enfermedad
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La rapamicina es un medicamento que se puede usar para
suprimir el sistema inmunológico y ya se había probado en
pacientes con EM con
recaídas remitentes y se encontró que no ayuda. Pero podría ayudar a los pacientes con la
forma progresiva de la enfermedad.
"Estudios recientes han demostrado que los medicamentos diseñados para atacar procesos de envejecimiento como la senescencia pueden retardar el inicio y la progresión de muchas
patologías crónicas diferentes, como el cáncer, la aterosclerosis, el accidente cerebrovascular y la enfermedad de Alzheimer, para los cuales el
envejecimiento es un
factor de riesgo importante. Este estudio podría tener un gran impacto en el tratamiento clínico de la EM, ya que abre una dirección completamente nueva para explorar como un posible enfoque para disminuir la progresión de la enfermedad", afirma
George Kuchel, director del Centro de Envejecimiento de 'UConn Health'.
El siguiente paso será
observar las células madre del cerebro de personas con la
forma de EM recurrente-remitente para ver si y cuándo comienzan los cambios asociados con el envejecimiento. Y para ver si se pueden evitar, ralentizar o revertir. "Las terapias de
regeneración cerebral ya están en ensayos clínicos", explica Crocker, y podrían ajustarse para ayudar a regenerar la mielina en los sistemas nerviosos de los pacientes con EM. "Sabemos que la EM n
o es una enfermedad de los ancianos, pero puede ser una patología del envejecimiento. Sabiendo esto, ahora queremos saber cómo puede centrarse este proceso para mejorar la reparación de la mielina en los pacientes", adelanta.
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