Imagen del equipo de investigadores del BBRC.
Investigadores del
Barcelona Beta Brain Research Center (BBRC) de la
Fundació Pasqual Maragall han descubierto que
las personas con insomnio tienen un
peor rendimiento cognitivo y un
menor volumen en algunas regiones cerebrales que resultan afectadas en etapas tempranas del alzhéimer.
El estudio, publicado en la revista
Alzheimer's Research and Therapy, ha descrito cambios en la sustancia blanca cerebral que podrían sugerir la presencia de inflamación cerebral, tras analizar datos de calidad de sueño, pruebas cognitivas y neuroimagen de
1.683 adultos cognitivamente sanos –615 con insomnio– que participan en el
Estudio Alfa, impulsado por La Caixa.
Los procesos de inflamación cerebral pueden ser el nexo entre la calidad del sueño y el alzhéimer
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"Estos hallazgos sugieren la presencia de
procesos de inflamación cerebral que podrían tener un papel clave en la asociación entre la calidad del sueño y el alzhéimer", ha destacado el primer autor del estudio, Oriol Grau.
El trabajo abre la puerta a una nueva línea de investigación que permitirá analizar de forma exhaustiva la
relación entre la neuroinflamación, el sueño y la demencia, al relacionar la presencia de insomnio con una elevada vulnerabilidad al alzhéimer.
El director científico del Programa de Prevención del Alzheimer del BBRC,
José Luis Molinuevo, ha afirmado que "el conocimiento generado por esta nueva línea puede contribuir de forma significativa a
comprender mejor la fisiopatología de la enfermedad de Alzheimer, mejorar el diagnóstico precoz a través de
métodos mínimamente invasivos y
establecer las bases para futuras estrategias terapéuticas centradas en mejorar la calidad del sueño".
Los investigadores analizaron el rendimiento cognitivo de las
personas con insomnio y lo compararon con el de personas con un sueño normal, y los resultados muestran que el insomnio se relaciona con un peor resultado en pruebas cognitivas, especialmente con una reducción en algunas funciones ejecutivas, como por ejemplo la memoria de trabajo.
Por otro lado, el estudio demuestra, gracias a imágenes de resonancia magnética, que los participantes con insomnio presentan un menor volumen en algunas regiones cerebrales, como la del precúneo y el córtex cingulado posterior, que se encuentran afectadas en etapas tempranas de la enfermedad.
Variante genética
También ha encontrado cambios en la sustancia blanca cerebral mediante técnicas de
resonancia magnética por difusión, y finalmente, los investigadores analizaron la relación entre el
insomnio y la variante genética APOE-e4: el gen APOE tiene tres posibles variantes o alelos (e2, e3 y e4) y la variante e4 confiere un riesgo más elevado de desarrollar Alzheimer.
Los resultados del estudio demuestran que los efectos del insomnio sobre el cerebro están potenciados en personas portadoras de APOE-e4 y que por lo tanto tienen más riesgo de desarrollar la enfermedad.
El estudio ha contado también con participación de investigadores del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps), y con la colaboración del Ciber de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (CIBER-BBN), y el Ciber de Fragilidad y Envejecimiento Saludable (Ciber-FES).
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