Mª Luz Alonso, neumóloga, miembro del Área de Sueño de Separ y firmante del documento científico.
Los
niños menores de dos años representan un
subgrupo único con predisposición a la
obstrucción de la vía aérea superior y pueden presentar
síntomas característicos, no solo durante el sueño, sino también durante la
vigilia, por lo que requieren de intervenciones apropiadas a su edad.
Esas son las conclusiones de la '
Task-Force Europea' constituida por la European Respiratory Society y expuestas durante la ponencia 'Diagnosis y Tratamiento de los trastornos respiratorios obstructivos del sueño en niños menores de dos años', a cargo del especialista griego
Athanasios Kaditis. La conferencia se ha impartido en el marco del
52 Congreso Separ 2019, organizado por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) en Santiago de Compostela.
Esta conclusión forma parte de la Declaración de ERS sobre Trastornos Respiratorios durante el Sueño (TRS) en
niños de 1 a 23 meses de edad, un documento cuyo desarrollo fue aprobado por el
Comité Científico de la ERS en 2012 y recientemente publicado, en el que se detalla el
diagnóstico y
tratamiento de los
trastornos respiratorios del sueño en niños, con la participación de expertos de diferentes países europeos.
Para llevarlo a cabo, se realizó una
revisión sistemática tanto de la literatura médica publicada sobre estas patologías como de la calidad de los artículos revisados. Inicialmente, se revisaron
5.146 artículos, pero se utilizaron
159 referencias para la
formulación de preguntas y
preparación del documento de la ERS Task-Force.
Un "documento muy útil"
“La importancia del trabajo de esta TaskForce-Europea es que se refiere a todo el espectro de trastornos respiratorios del sueño de carácter obstructivo en los niños de 1 a 23 meses, incluye una
completa valoración de los factores predisponentes a estos trastornos respiratorios del sueño de carácter obstructivo, describe paso a paso su abordaje terapéutico en niños de esa
edad y tiene en cuenta las instalaciones y las políticas de los distintos países respecto a estos
casos”, expone
Mª Luz Alonso, neumóloga, miembro del Área de Sueño de Separ y firmante de este relevante documento científico.
"Se trata de un documento muy útil para el manejo de estos trastornos en este subgrupo específico de pacientes pediátricos"
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“Se trata de un
documento muy útil para el
manejo de estos trastornos en este subgrupo específico de pacientes pediátricos y muy necesario, puesto que habitualmente se estudian más en la etapa adulta. De hecho, la ERS ya había publicado un documento previo sobre el diagnóstico y manejo del SDB (TRS) obstructivo de los 2 a los 18 años. Ahora, la reunión de una Task-Force Europea ha hecho lo propio con niños menores de 2 años”, añade Alonso.
Muchos niños sanos pueden tener
episodios de apnea central leve del sueño (interrupción del flujo de aire sin esfuerzo respiratorio), cuyas consecuencias a largo plazo no están claras, pero generalmente
se resuelven con la edad. Cabe señalar que la Declaración de la Task-Force Europea se centra solo en la apnea obstructiva del sueño, pero no en la apnea de la prematuridad ni en la apnea central del sueño.
Trastornos de 1 a 23 meses de vida
Los TRS de carácter obstructivo es un
síndrome de disfunción de la vía aérea superior durante el
sueño caracterizado por
ronquido y /o aumento de esfuerzo respiratorio que conduce a un
aumento de la resistencia de la vía aérea superior y
colapsabilidad faríngea.
Este síndrome engloba un espectro de
entidades clínicas,
ronquido primario,
síndrome de resistencia de la vía aérea superior,
hipoventilación obstructiva y
síndrome de apnea obstructiva del sueño (
SAOS), según la 'Declaración de la Task-Force Europea'. Entre ellas, el síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS) es la principal anormalidad en los niños de 1 a los 23 primeros meses de vida.
La forma de medir la gravedad de este síndrome es el índice de apnea-hipopnea (IAH), que son
las apneas e hipopneas que se producen en total durante
una hora de sueño. En adultos, el
término "apnea obstructiva del sueño" (AOS) indica
obstrucción intermitente de la vía aérea superior durante el sueño, lo que se refleja un índice IAH de
más de cinco apneas/hipopneas por hora (IAH ⩾5 · h – 1), mientras que el término SAOS se refiere a casos con un IAH⩾5 episodios · h – 1 y, además,
somnolencia diurna.
El ronquido, síntoma principal
El SAOS en niños se caracteriza por incluir un
IAH obstructivo elevado y la presencia de
síntomas de obstrucción de la vía aérea superior durante el sueño (
ronquidos, respiración
"ruidosa" o aumento del trabajo de respiración) de los que informan los padres o que se
registran mediante estudios de sueño (
polisomnografía nocturna). De hecho, roncar o respirar
"ruidosamente" es el síntoma más común relacionado directamente con SAOS durante los dos
primeros años de vida, seguido por otros síntomas.
El ronquido habitual se define como la presencia de ronquido
más de 3 noches a la semana y la
prevalencia de ronquido en niños pequeños es del nueve por ciento en
lactantes de 0 a 3 meses, del 15 por ciento en lactantes de 1 año y del 5,3 por ciento en niños de 2 semanas a 2 años, según uno de los estudios revisado y que está basado en información proporcionada por los padres.
El SAOS en niños se caracteriza por incluir un IAH obstructivo elevado
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En otro estudio revisado, se muestra como en los niños remitidos a hospitales, de menos de 18 meses, por hipertrofia adenotonsilar y SAOS, el síntoma más frecuente fue el
ronquido, seguido de la
s apneas, los
movimientos frecuentes durante el s
ueño, r
espiración bucal,
despertares recurrentes,
retraso del desarrollo y las
infecciones respiratorias recurrentes. En particular, un estudio longitudinal realizado mediante cuestionario, la prevalencia de ronquidos alcanzó su punto máximo entre 1,5 y 2,5 años.
Es de señalar que aunque el ronquido o “respiración ruidosa” es el síntoma más frecuente del
SAOS, en los niños menores de 2 años son frecuentes los síntomas diurnos, como
dificultades
en la comida o
en el habla.
En cuanto a sus consecuencias, el SAOS antes de los dos años se ha asociado con
fracaso del
crecimiento y desarrollo,
menor desarrollo cognitivo, enuresis, así como más riesgo de desarrollar
morbilidad y, en especial,
hiperactividad alrededor de la edad de siete años y
morbilidad cardiovascular.
Por otro lado, los antecedentes de eventos aparentes que amenazan la vida (
ALTE, por sus siglas en inglés) o eventos breves, resueltos e inexplicables (
BRUE, por sus siglas en inglés) pueden estar asociados con la presencia o desarrollo de SAOS. De ahí que sea
importante diagnosticar estos casos y tratarlos.
Diagnóstico y tratamiento de SAOS antes de los 2 años
El SDB obstructivo en niños de 1 a 23 meses es un trastorno multifactorial y, por lo tanto, se requiere una
evaluación objetiva de todas las
anormalidades subyacentes que en niños tan pequeños pueden contribuir a obstruir la vía aérea superior durante el sueño.
Se requiere un
examen físico y del
estado de cada niño, ya que este puede padecer,
laringomalacia (que remite de forma espontánea en el 80 por ciento de los casos),
obstrucción nasal,
hipoplasia mandibular marcada o
craneoestenosis,
desórdenes neuromusculares y
diversos síndromes genéticos (acondroplasia, mucopolisacaridosis, la malformación de Chiari, el Síndrome de Beckwith– Wiedeman, el Síndrome de Prader-Willi o Síndrome de Down), e
hipertrofia adenoamigdalar (más frecuentemente a partir de los 6 meses de edad) que pueden favorecer el desarrollo de un trastorno respiratorio obstructivo durante el sueño.
La hipertrofia adenoamigdalar es la causa más frecuente de SAOS en niños mayores de 2 años, sin embargo en los niños menores de dos años son los factores predisponentes la causa más frecuente. Asimismo, en el diagnóstico y para determinar su gravedad se aplican distintas pruebas, siendo fundamental el estudio de sueño (la
polisomnografía nocturna), entre otras.
En estos casos, a menudo el tratamiento debe consistir en una
combinación de tratamientos destinados a la
resolución de la causa predominante, como diferentes
intervenciones quirúrgicas, como la
adenoidectomía (o extirpación de las adenoides que obstruyen las vías respiratorias, a partir de los 3 meses de edad) y la
amigdalectomía (o extirpación de las amígdalas que también pueden obstruirlas, a partir de los 6 meses de edad), entre otras cirugías.
También la aplicación de la
CPAP o presión positiva nasal continua de las vías respiratorias aéreas, un sistema que emite un flujo continuo de aire que mantiene las vías aéreas abiertas del niño mientras duerme y previene así su obstrucción, siendo en los niños menores de 2 años la primera línea de tratamiento en muchos casos. Estos tratamientos son los que se aplican de modo más frecuente, de forma combinada.
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