Pedro Cabrera, coordinador nacional de la Alianza Médica contra el Cambio Climático.
El
cambio climático no es una opinión, sino una realidad científica y, por tanto, no caben interpretaciones políticas. Así lo defiende el coordinador nacional de la Alianza Médica contra el Cambio Climático (AMCC), el neumólogo Pedro Cabrera, que sostiene: "Tenemos que enfrentarlo como un asunto que ha de ser inclusivo, colaborativo y confluente".
Para ello, uno de los
objetivos de esta alianza, que tiene vocación de think tank dentro del binomio medioambiente y salud, es
convertir al médico en un referente ante la amenaza de la crisis climática. "A día de hoy los médicos no tienen mayor conocimiento ni sensibilidad medioambiental que la que tiene la población general con similar nivel formativo", explica Cabrera, "sin la participación activa de los médicos será muy difícil la descarbonización del Sistema Nacional de Salud".
La importancia de
contar con los sanitarios en esta lucha radica en
el gran calado que tienen sus indicaciones entre la población general. "Si se consigue unificar un mensaje, su poder de concienciación ciudadana es enorme. Ya se ha demostrado con el tabaco o con el colesterol y la ingesta de grasas", argumenta el neumólogo.
Concienciar contra el cambio climático es medicina preventiva
El coordinador nacional de la AMCC da algunas indicaciones para que un facultativo pueda realizar lo que denomina
medicina preventiva, influir y concienciar a sus pacientes en la lucha medioambiental: "
Aconsejar alimentación de proximidad y de temporada ahorraría millones de toneladas de CO2 por ahorro energético en transportes, refrigeración y envasado".
Asimismo, resalta el papel de los neumólogos por ser la especialidad con mayor experiencia y conocimiento sobre las enfermedades mediambientales. "A día de hoy, el mejor servicio que pueden aportar los neumólogos es
disminuir al máximo la prescripción de medicación inhalada en envases presurizados. Su impacto sería notable e inmediato".
Según explica el sanitario, estos dispositivos liberan gases de efecto invernadero muy potentes del tipo hidro-fluoro-carbonados (HFC). "
La inmensa mayoría de estas prescripciones se pueden sustituir por inhaladores en polvo seco, niebla fina o nebulización. Si los médicos españoles, en vez de prescribir en formato pMDI el 52 por ciento de toda la medicación inhalada prescribieran el 13 por ciento, como Suecia, ahorraríamos cada año la emisión equivalente a 300.000 toneladas de CO2", defiende Cabrera.
La AMCC ya cuenta con un monográfico y numerosos talleres y jornadas
Además de los profesionales, los hospitales también tienen una gran responsabilidad, debido a que son grandes emisores de gases de efecto invernadero. Por ello, el coordinador nacional de la Alianza Médica contra el Cambio Climático celebra que
muchos estén implementando planes de ahorro energético y que la mayoría de sus direcciones de ingeniería están plenamente concienciadas.
La Alianza Médica contra el Cambio Climático tiene menos de un año de vida pero ya ha lanzado
una monografía enfocada a que el médico sepa todo lo necesario sobre el cambio climático, además de seis cursos acreditados tanto en España como en Europa y más de una decena de jornadas específicas sobre medioambiente.
"La experiencia de la AMCC no existe en el sector médico europeo y el presidente de la OMC, Tomás Cobo, ha sido invitado a presentarla en los próximos días en Atenas ante la asamblea general de la Asociación Europea de Médicos Especialistas. Cabe esperar que sea
España la que lidere en Europa la lucha médica contra el cambio climático", detalla Cabrera.
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