Juan José Sánchez Luque
Las
agresiones de pacientes a personal sanitario son una lacra muy presente que afecta a la propia salud física y mental de los médicos y enfermeros. El problema está tan expandido que hasta
el 80 por ciento de los profesionales reconocen haber sufrido algún tipo de incidente durante el ejercicio de su trabajo, según denuncia la Central Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF).
Tal es el hastío por esta situación que el presidente del Colegio de Médicos de Málaga,
Juan José Sánchez Luque, ha planteado
una idea totalmente innovadora y pionera que rompe con los esquemas habituales contra las agresiones por parte de los usuarios. Lo habitual es que la Administración y los distintos organismos competentes elaboren
medidas enfocadas a proteger al personal sanitario, por ejemplo, contar con un botón del pánico en la consulta, recibir clases de defensa personal o la habilitación de canales rápidos de denuncia.
Sin embargo, Sánchez Luque sugiere
soluciones de "carácter coercitivo" que recaigan sobre los propios usuarios. En concreto, propone la elaboración e implantación de
un "sistema de sanciones" parecido al del carné por puntos de los conductores. De este modo, si la persona que acude a un centro de salud u hospital, por el motivo que fuere, agrede a personal sanitario, se le impondría una sanción en base a un baremo y a la "reincidencia".
Sanciones administrativas
Esta es una idea que también han compartido algunos sindicatos en reuniones con el colegio, desde donde se posicionan
"porque haya sanciones más allá de lo que puedan imponer los órganos de la Justicia”, señala el presidente del COM de Málaga a
Redacción Médica. “Es muy importante que la Administración participe creando un plan que establezca
sanciones administrativas” para que así pueda
actuar de oficio sin la necesidad de que haya una demanda previa por parte del personal afectado.
"Tanto va el cántaro a la fuente que al final va a ocurrir una desgracia mayor"
|
“Realmente, igual que puede haber sanciones contra los propios profesionales, también la tiene que hacer
contra el destinatario de nuestro trabajo que son ciudadanos”, apunta Luque.
En paralelo, plantea la creación de “
unidades de inspección donde haya profesionales encargados de llamar al agresor para dar la cara, defender al profesional y establecer sanciones”. Además, sostiene que
“no es lo mismo” que a un agresor lo encare “el médico con su bata blanca que está quemado, sudoroso y que lleva una mañana de perros,
a que venga un señor, un inspector”, y le informe que ha sido sancionado de la forma que se considera más adecuada.
Más medidas concretas
Asimismo, ha lamentado la falta de compromiso de la Administración a la hora de aplicar sanciones a los pacientes agresivos al tiempo que
“los políticos le han dicho al usuario que todo vale”. “Yo todavía no he visto un cartel ni una campaña de educación sanitaria dirigida a la población.
"Esto hay que romperlo de una vez”, esgrime al tiempo que opina que “los políticos se quedan en ese paso, porque parece que en el fondo estamos hablando de votantes” a los que no hay que no hay que incordiar.
“No toquemos temas espinosos, ¿no? Esa es la sensación. Condenan y ya vale. Y es que,
tanto va el cántaro a la fuente que al final va a ocurrir una desgracia mayor. Y bueno, luego todos nos lamentaremos”, concluye con tono apenado.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.