CESM redacta 16 recomendaciones ante el deterioro de la Atención Primaria en España

"Liderazgo visible" en las CCAA y cupos de 30 pacientes para 'reflotar' AP
Gabriel del Pozo.


23 sept. 2020 12:30H
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La Atención Primaria (AP) en todas las comunidades autónomas de España ha alcanzado ya "su máximo nivel de deterioro, que inevitablemente va a desembocar de manera inminente en un punto de no retorno a causa de la más que clara política de desmantelamiento que se está viendo por parte de la administración central y las distintas administraciones autonómicas", según denuncia la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), que pide definir con claridad las competencias de cada estamento profesional, "con el objeto de evitar la transferencia de competencias del médico a otros grupos profesionales, circunstancia que la Administración tiende a propiciar y se produce con relativa frecuencia en situaciones de falta o escasez de personal facultativo".

Por todo ello desde CESM plantean las siguientes soluciones que consideran imprescindibles e inmediatas, "no para elaborar un documento más que acabe como los cientos de documentos anteriores en el baúl de los recuerdos. Queremos plantear una batería de medidas urgentes imprescindibles para que Atención Primaria salga del colapso y no nos veamos obligados a plantear un conflicto laboral que pueda tener consecuencias por nadie deseadas y menos aún en estos momentos tan complicados".

Soluciones en AP "urgentes y prioritarias"


1. Direcciones Generales de Atención Primaria y Comunitaria en todas las CCAA. Creemos que es imprescindible la creación de Direcciones Generales de Atención Primaria en aquellas CCAA que no dispongan de ellas, de las que dependan directamente las Direcciones de Atención Primaria de cada departamento de salud, que ejerza un liderazgo “visible y accesible” y que sea interlocutora de la problemática específica de la Atención Primaria con independencia de las Gerencias hospitalarias.

2. Presupuesto de un 25 por ciento para Atención Primaria y Comunitaria. Que dicha Dirección General de Atención Primaria y Comunitaria tenga un presupuesto finalista de al menos el 25% del total de presupuesto de sanidad y que pueda proveer de recursos humanos y materiales a las Direcciones de Atención Primaria, avanzando hacia  modelos de autogestión de los centros de salud.
 
3. Respeto a los profesionales. Exigimos que no se repitan situaciones de humillación a nuestro colectivo que ponen en entredicho nuestra labor ante la Administración y de cara a la ciudadanía. La Administración debe asumir públicamente sus responsabilidades ante la población y dejar de esconderse detrás de sus empleados.

4. Plantillas adecuadamente dimensionadas que acaben con la precariedad laboral. Con contratos dignos que atraigan a los profesionales y frene su éxodo, con especial incidencia en los residentes de último año. Desterrar de una vez por todas los contratos precarios, de días sueltos, de guardias, en definitiva, los “contratos basura” de sustituciones que están contribuyendo al éxodo de facultativos. Para ello se deben dotar adecuadamente las plantillas para asumir todas las incidencias que puedan ir surgiendo.

5. Cupos y agendas adecuados. Cupos de máximo 1.500 pacientes por médico de Familia y 900 en Pediatría en todo el territorio nacional con agendas cerradas y un máximo de entre 25-30 pacientes en total (telefónica y presencial), con autonomía plena en la gestión de las agendas por parte de los médicos.

6. Implementar el Plan de Choque en Atención Primaria. Es un modelo que desarrollan bastantes CCAA, pero curiosamente solo en Atención Hospitalaria, y se puede replicar sin ningún problema en Atención Primaria. El plan de choque puede paliar en parte la falta de profesionales, permitiendo más horas para hacer las nuevas tareas encomendadas y garantizar el correcto seguimiento de los pacientes crónicos.

7. Mejoras en herramientas tecnológicas de comunicación e información. Mejoras en los sistemas informáticos para la desburocratización y mejoras de  modernización para las consultas no presenciales de calidad (smartphone, app, webcam…). Provisión de medios suficientes para la atención telefónica a los usuarios. Centralitas operativas y bien dotadas que faciliten el acceso y el trabajo de los profesionales.
  • Las consultas telefónicas deben estar perfectamente protocolizadas y definidas. Deben estar destinadas exclusivamente para aquellas atenciones que protocolariamente se hayan establecido. Denunciamos, así mismo, tendencia por parte de la Administración a utilizar la atención telefónica de forma abusiva en detrimento de la atención presencial, lo que atenta contra la relación médico paciente y deteriora la calidad asistencial.
  • Implementar recordatorios de citas programadas para revisiones de salud y vacunación.
  • Garantizar las herramientas tecnológicas necesarias para el teletrabajo.
  • Colocación de paneles electrónicos informativos de tiempos de espera en las salas de espera y áreas de espera exteriores

8. Medidas anti burocracia interna e inducida por otros niveles asistenciales
  • Contratación de Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE) y administrativos con el objeto de que se derive la práctica totalidad de actividad burocrática al personal auxiliar y administrativo.
  • Avanzar en la informatización y agilización de los partes de IT, recetas, interconsultas.
  • Cada nivel asistencial debe asumir la burocracia que genere. No utilizar a la Atención Primaria como el vertedero de tareas burocráticas del sistema de salud. Dotar a la atención especializada de recursos suficientes para solventar la burocracia que genere y no se vea obligada a remitirla a AP.
9. Garantizar la Seguridad de los Profesionales y Pacientes
  • Material homologado de protección frente a la COVID-19 en calidad y cantidad suficiente y sin restricciones, y no como hasta ahora.
  • Refuerzo de la limpieza de los centros de salud (se debe garantizar la limpieza de las consultas entre pacientes por el personal adecuado, especialmente en casos sospechosos de COVID-19).
  • Vigilantes y/o guardias jurados en TODOS los centros de salud para garantizar la seguridad y prevenir las agresiones.
  • Recursos suficientes para la realización de serologías “fiables”, con repeticiones de test con periodicidad en función las necesidades.
10. Transporte sanitario para atención domiciliaria. Se debe garantizar los medios por parte de las distintas Consejerías de Sanidad para poder realizar la Atención Domiciliaria mediante un transporte que evite contagios de los trabajadores y sus familias y que no corran a cargo de los trabajadores.
11. Campaña de comunicación a la ciudadanía. Es fundamental y urgente invertir en comunicación efectiva y asertiva que conciencie a la ciudadanía hacia el autocuidado y uso adecuado de los recursos sanitarios. También es necesario que se haga una campaña de prestigio y apoyo manifiesto de la Administración a sus profesionales evitando el desconocimiento por parte de la población de la importante tarea que realizan los profesionales de Atención Primaria y de la situación de dotación de los centros en cada momento.
12. Garantizar la accesibilidad, longitudinalidad y seguridad de los pacientes
  • La Administración debe procurar que los pacientes conozcan y comprendan las normas de funcionamiento interno de los centros y hacer un buen uso de los mismos y del Sistema Nacional de Salud en general, así como de las razones de las nuevas normas de funcionamiento derivadas de la pandemia por COVID19. En los centros de salud se trabaja distinto, pero no se ha dejado de trabajar, es más, se está trabajando mucho más que antes y en peores condiciones.
  • La accesibilidad pre Covid-19 no garantiza su seguridad y por ello los centros de salud se deben transformar en espacio seguros libres de posibilidad de contagio. Las medidas de seguridad deben ser explicadas correctamente a la población por parte de la administración.
  • También es necesaria la adaptación de los centros de salud con habilitación de salas de triaje, redistribuyendo los espacios para la espera y dotando de zonas en el exterior.
13. Coordinación con Salud Pública. Reforzar los servicios de vigilancia epidemiológica que trabajen en coordinación con Atención Primaria. Una potente Red Centinela de Atención Primaria es clave en la prevención y control de una nueva onda epidémica.
14. Coordinación con las residencias de personas mayores y la Comunidad. Modelo de coordinación del entorno socio sanitario con Atención Primaria. Potenciar la intervención comunitaria en poblaciones vulnerables y la atención domiciliaria. Esta pandemia ha puesto en evidencia sus deficiencias y las necesidades de las mismas.
15. Potenciar la relación entre niveles asistenciales. La relación entre Primaria y especializada es fundamental para evitar sobrecargas, duplicidades y lentitud en la atención por lo que es imprescindible establecer canales de comunicación y derivación agiles y fluidos.
16. Definir con claridad las competencias de cada estamento profesional. Con el objeto de evitar la transferencia de competencias del médico a otros grupos profesionales, circunstancia que la Administración tiende a propiciar y se produce con relativa frecuencia en situaciones de falta o escasez de personal facultativo.
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