La obesidad reduce los niveles de testosterona, pero la dieta baja en grasas también.
La
obesidad reduce los niveles de testosterona en hombres, por lo que perder peso puede ayudar a aumentar los niveles de esta hormona. Sin embargo, según ha puesto de manifiesto un estudio en publicado en
The Journal of Urology, de la
Asociación Estadounidense de Urología (AUA),
las dietas bajas en grasas también pueden reducir los niveles de testosterona en hombres, mientras que no se ha observado el mismo efecto en
la dieta mediterránea.
"Descubrimos que los hombres que se adhirieron a una
dieta restrictiva en grasas tenían una testosterona sérica más baja que los hombres que llevaban
una dieta no restrictiva", han explicado los expertos, que han reconocido, no obstante, que no pueden asegurar cuál es la mejor dieta en caso de bajos niveles de testosterona.
En todo caso, en hombres con sobrepeso u obesidad, los beneficios para la salud de una dieta baja en grasas "
probablemente" superen con creces la
pequeña reducción en la testosterona sérica. Por el contrario, para los hombres que no tienen sobrepeso,
evitar una dieta baja en grasas "puede ser un
componente razonable" de un enfoque multifacético para aumentar la testosterona sérica.
En el trabajo se han analizado datos de más de 3.100 hombres de un estudio de salud a nivel nacional, de los cuales el 14,6 por ciento cumplían los criterios para una dieta baja en grasas, y el 24,4 por ciento una dieta
mediterránea alta en frutas, verduras y granos integrales, pero baja en
proteínas animales y productos lácteos.
Testosterona en suero
El nivel promedio de testosterona en suero fue de 435,5 nanogramos por decilitro (ng/dL). La testosterona sérica fue más baja en los hombres con dieta restrictiva: media de 411 ng/dL para aquellos con una dieta baja en grasas y 413 ng/dL para aquellos con una dieta mediterránea.
Las asociaciones se ajustaron para
otros factores que pueden afectar a la testosterona, como la edad, el índice de masa corporal, la actividad física y las afecciones médicas. Después del ajuste, la dieta baja en grasas se asoció significativamente con una reducción de la testosterona sérica, aunque la dieta mediterránea no.
Concretamente, el 26,8 por ciento de los hombres tenían niveles de testosterona inferiores a 300 ng/dL. A pesar de la diferencia en los niveles promedio de testosterona, la proporción de hombres con niveles bajos de testosterona
fue similar en todos los grupos de dieta.
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