Tres niños nacidos entre 2001 y 2004 presentan secuelas por haber sido
expuestos al ácido valproico del medicamento antiepiléptico
Depakine de Sanofi. Así lo ha señalado el Juzgado de Primera Instancia número 91 de Madrid, al considerar que ni en la ficha técnica ni en el prospecto vigentes desde 1999 a 2006 se
advertía de los riesgos. Sin embargo, la farmacéutica afirma que
informó a los profesionales sanitarios y a las pacientes de las posibles consecuencias y estudia recurrir la sentencia.
"De acuerdo con los conocimientos científicos sobre los
riesgos asociados al uso de valproato de sodio, especialmente durante el embarazo, Sanofi ha demostrado
transparencia ante las autoridades sanitarias y ha solicitado la
actualización de la información médica para médicos y pacientes", explica la farmacéutica en un comunicado al respecto.
"El papel de la compañía es poner los medicamentos a
disposición de los pacientes y proporcionar tanto a los profesionales sanitarios como a los pacientes, bajo la supervisión de las autoridades sanitarias,
documentos informativos acordes con el estado de los conocimientos científicos, según la normativa", añade.
Por todo ello, concretan que están valorando, junto a su aseguradora, "la interposición de los correspondientes
recursos legales".
Sentencia millonaria contra Sanofi
En dicha sentencia, con fecha del 17 de marzo, se obliga a Sanofi a abonar
indemnizaciones a tres familias: 864.000 euros más intereses en un caso, 730.000 euros más intereses en otro y en el tercero una cantidad por concretar. Los demandantes forman parte de la Asociación de Víctimas por
Síndrome de Ácido Valproico (Avisav) y están representados por el letrado Ignacio Martínez.
En total, fueron cuatro familias las que interpusieron la primera demanda en abril de 2019, pero finalmente, se condena a Sanofi a indemnizar a
tres de los cuatro afectados, puesto que el tribunal estima que uno de los casos ya ha prescrito.
Los denunciantes acusaron a la farmacéutica de
"déficit de información" del antiepiléptico Depakine. En este sentido, la justicia se ampara en que en ningún momento se advirtió a las
pacientes embarazadas de la existencia de un "especial riesgo de que los
fetos pudieran sufrir malformaciones, ni menos aún retraso mental o autismo, por haberse suministrado valproato a su progenitoras durante el embarazo".
Valproato para tratar la epilepsia
Según detalla Sanofi, el valproato es, en algunos casos, el único medicamento que permite al médico
tratar la epilepsia, incluso en mujeres embarazadas, para las que "la retirada repentina del tratamiento antiepiléptico puede
provocar graves consecuencias para el desarrollo del feto y la salud de la madre, incluida la aparición de la muerte súbita".
Además, en palabras de la compañía, la epilepsia es un
trastorno grave y complejo que a veces es difícil de tratar si la paciente está embarazada o desea quedarse embarazada.
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