A pesar de que todavía es una asignatura pendiente, las compañías cada vez hacen más esfuerzos para mejorar el acceso al medicamento en países en vías de desarrollo.
A pesar de que los laboratorios cada vez trabajan más para que poblaciones de
países poco desarrollados o en vías de desarrollo tengan
acceso a los productos que les son necesarios, este sigue siendo un desafío pendiente para la industria farmacéutica.
Así lo indica el informe
‘Access to Medicine Index 2016’, que ilustra con cifras y datos este escenario.
La mayoría de los medicamentos innovadores se registran en menos de la mitad de los países considerados de medios y bajos y ingresos.
A esto se suma que solo para el cinco por ciento de los productos que se comercializan se tienen en cuenta
estrategias de precios adecuadas para estos territorios, teniendo en cuenta factores como el entorno socioeconómico y los segmentos de población dentro del país a la hora de evaluar la
asequibilidad.
Con todo, el informe indica que la mayoría de las empresas farmacéuticas intentan reparar
deficiencias en las infraestructuras locales de asistencia sanitaria que puedan obstaculizar la entrega de medicamentos y apunta que cada vez están más abiertas a las licencias voluntarias en países de bajo desarrollo, licenciando productos particularmente en
VIH/ sida y hepatitis C. Sin embargo, el documento lamenta que esta medida no se lleve a cabo en otros países con amplias poblaciones necesitadas de estos productos.
Por otro lado, el análisis incluye una clasificación con las compañías que más facilitan el acceso al medicamento, teniendo en cuenta todas estas vertientes y otras como la investigación, en el que se encuentran las
multinacionales GlaxoSmithKline (GSK), Johnson & Johnson, Novartis, Merck, MSD, Sanofi, AstraZeneca, Gilead y Novo Nordisk, aunque hay que decir que esta compañía ha caído ocho puestos dentro de este ‘ranking’.
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