La enfermedad de tipo 2 afecta al 14 por ciento de la población española



31 mar. 2014 13:45H
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Redacción. Madrid
La Red de Grupos de Estudio de la Diabetes en Atención Primaria de Salud (RedGDPS), en la que  participan unos 3.500 médicos de familia de toda España, ha diseñado un nuevo algoritmo para el abordaje terapéutico de la diabetes mellitus tipo II (o DM2; el anterior era de 2009) que no se limita a la medida de la hemoglobina glucosilada, sino que amplía el espectro de la exploración médica al discernir cómo actuar frente a tres escenarios posibles asociados a la enfermedad: la insuficiencia renal grave, la edad avanzada del paciente (más de 75 años) y/o su fragilidad, y la obesidad grado 2.

Sara Artola, coordinadora
de la RedGDPS.

El nuevo algoritmo, de este modo, ayudará a los clínicos en la toma de decisiones para el manejo individualizado de la DM2. En concreto, resultará de utilidad para el colectivo de más de 30.000 médicos de Atención Primaria, al tiempo que también podrá ser de ayuda para otros muchos especialistas (internistas, endocrinos, nefrólogos, cardiólogos, geriatras, etc.) que manejan en su día a día a pacientes con diabetes.

El paciente con DM2 presenta una secuencia de defectos en la secreción o la acción de la insulina (o una combinación de ambas). Esta deficiente generación por parte del páncreas de la hormona insulina produce una hiperglucemia crónica que se asocia con el desarrollo a largo plazo de complicaciones macro y microvasculares, lo que convierte a la diabetes en la principal causa de ceguera, neuropatías, insuficiencia renal y amputaciones no traumáticas en la población adulta en los países desarrollados.

Asimismo, la DM2 se asocia a un riesgo doble o triple de sufrir un evento cardiovascular, así como de la mortalidad cardiovascular y por cualquier causa. De ahí la importancia de controlar la glucemia del paciente.

Abordaje personalizado

Diversos estudios han situado el abordaje terapéutico personalizado de la diabetes tipo 2 como el paradigma más adecuado para alcanzar los resultados más satisfactorios. Este hecho, junto con la aparición en los últimos años de nuevos grupos de fármacos con mecanismos de acción complementarios, ha llevado a la RedGDPS al desarrollo del nuevo algoritmo, que introduce cambios importantes respecto al anterior.

En efecto, el algoritmo de 2014 ya aborda el tratamiento teniendo en cuenta, además de los niveles de HbA1c (Hemoglobina Glucosilada, una prueba que determina cómo ha sido el control glucémico de una persona con diabetes en los meses previos, asociándose los altos niveles de HbA1c a un mayor riesgo de complicaciones), las situaciones clínicas más frecuentes en nuestro entorno. El algoritmo define, de hecho, los tres escenarios clínicos antes citados para tenerlos en cuenta a la hora de tratar al paciente con DM2.

Del mismo modo, la RedGDPS plantea diversas consideraciones para establecer los objetivos terapéuticos individualizados. Para ello se requiere un abordaje integral para reducir el riesgo cardiovascular, las complicaciones agudas crónicas y mejorar la calidad de vida del paciente (mediante el control de la presión arterial y de lípidos).

Esquema del nuevo algoritmo publicado para médicos de AP.

Se debe considerar la edad del paciente y los años de evolución de la enfermedad, y la presencia de complicaciones o la comorbilidad asociada (presencia de otras patologías). En los pacientes frágiles se deben primar las intervenciones orientadas a evitar los síntomas de la enfermedad y a mejorar o mantener la calidad de vida. La educación diabetológica (alimentación, ejercicio físico y tratamiento farmacológico) del paciente y sus familiares o cuidadores; el seguimiento clínico periódico; y pactar los objetivos terapéuticos y las intervenciones con el paciente, para lograr la máxima adherencia por su parte.

La DM2 desde Atención Primaria

Desde la reforma de la Atención Primaria a finales de los años 80, la mayor parte de pacientes de diabetes tipo 2 son controlados en su centro de salud. El número de pacientes con esta patología ha aumentado sensiblemente en las últimas décadas, debido al incremento de la obesidad y el sedentarismo y al envejecimiento de la población.
Como se ha explicado, el nuevo algoritmo ofrece dos opciones de entrada para la toma de decisiones (las cifras de HbA1c –y o GME: la Glucemia media estimada–) y la situación clínica predominante.

A partir de aquí, y basándose siempre en el juicio clínico del profesional, propone los objetivos por conseguir y las pautas de recomendaciones de estilo de vida y terapéuticas por aplicar, así como las modificaciones en dichas pautas (monoterapia o combinación de fármacos, aumento de dosis, introducción de insulinización, etc.) en función de la evolución del estado del paciente y de si se logran o no los objetivos deseados. Todo con el fin de ayudar a conseguir una mejor calidad de vida para una patología crónica y de alta prevalencia en nuestra sociedad.
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