Adolfo Fernández, residente de Hematología; e Ignacio Martín, residente de Medicina de Familia.
La
falta de vocación no es el problema por el que los médicos jóvenes no acceden al mundo académico. Así lo demuestran los diferentes
MIR que, en declaraciones a
Redacción Médica, aseguran que las ganas de dedicarse a la docencia han calado entre los Servicios hospitalarios de España. Los
nuevos criterios para acreditar al profesorado de Medicina impulsados por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca) pautan que los años de residencia MIR podrán ser contabilizados dentro de los cinco años de experiencia clínica que se requiere para
acceder a la acreditación profesor titular o catedrático. Un paso que los MIR tildan de importante para facilitar el acceso a la docencia universitaria, pese a que llegan a reconocer que se
siguen exigiendo "muchos requisitos, por lo que llega a ser una quimera".
"Me he planteado dedicarme a la docencia, me gusta mucho y disfruto ayudando a los estudiantes, así que espero lograrlo algún día", explica a este medio Ignacio Martín, residente de Medicina de Familia. El médico comenta que, en general "
hay bastante vocación para la docencia entre los MIR" pero que esa vocación "no se cristaliza en ser profesor de universidad".
De esta manera, comenta que medidas como la de la Aneca pueden ser un
empujón para que todas esas vocaciones que se quedan a medio gas terminen en una carrera académica exitosa.
Vocación 'truncada' por la ciudad de residencia
Diferentes residentes en
Hematología también consideran con buenos ojos la oportunidad de realizar docencia en la universidad.
Adolfo Fernández, MIR de segundo año del Hospital de Salamanca, afirma que "le encantaría ser profesor, ya que tiene esa vocación por sus padres, que son docentes en un instituto". "Siempre he estado interesado en la docencia", comenta. Por otro lado, un MIR de la misma especialidad en el Hospital Universitario de Santiago de Compostela (y que prefiere no desvelar su identidad), afirma que "en Galicia solamente existe una universidad, por lo que
las personas que desean hacer docencia deben trasladarse a vivir a la capital". "Si la universidad estuviese en Vigo, mi tierra, claro que me lo plantearía", asegura con ilusión. De este modo, este residente afirma que esta encrucijada para poder dedicarse a la docencia
"es un problema al que se enfrenta cualquier especialista en Galicia".
El exceso de requisitos más allá de la experiencia complica el camino a la docencia en Medicina
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La medida impulsada por Aneca es vista con buenos ojos por parte de este residente del Hospital de Santiago de Compostela, afirmando que "ayudará a todas aquellas
personas que quieran optar a la docencia, aunque el
acceso al máster de profesor y el hecho de tener tantas limitaciones
sigue complicando la situación". "Siguen siendo necesarias un montón de condiciones más para que se haga efectivo; los méritos ayudan, pero no es una medida que lo facilite especialmente", asegura.
Pese a que Fernández ve con buenos ojos las medidas impulsadas por Aneca, sigue pensando que llegar a
ser profesor titular o catedrático "es una quimera debido a que te piden muchos requisitos, experiencia personal, etc". "Todo lo que sea ofrecer facilidades en el ámbito sanitario, que no tienen mucho tiempo libre, es de agradecer".
El muro de la tesis doctoral
A nivel general, el MIR procedente de Vigo considera que "siempre hay mucha gente interesada en la docencia, pero no es fácil meterse en este mundo". "Existen ganas entre la mayoría de residentes, aunque a algunos les interesa únicamente la práctica clínica o la investigación", matiza. Pese a esta ilusión por llegar algún día a
impartir clases en la universidad, el MIR revela que
"es necesario hacer una tesis a día de hoy para dedicarse a la docencia médica en España, por lo que el problema de los requisitos que se necesitan sigue estando latente".
"Soy partidario de juntar las patas de la clínica, docencia e investigación"
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El MIR del Hospital de Salamanca sigue los pasos que su homólogo en Santiago de Compostela y afirma que "
en general sí existe esta vocación". "Existen Servicios que están muy implicados no solo con la clínica, sino que también con la docencia y la investigación; soy partidario de juntar estas tres patas".
'Medir' la vocación para acceder al profesorado
Por su parte Jesús, residente de Pediatría, asegura que esta medida "puede ayudar, pues se da crédito a los años de residencia y hacen que cuenten para algo", pero aun así considera que
queda trabajo por hacer para dar salida a la vocación. "Hay mucha vocación de docencia entre los médicos jóvenes, pero es un mundo de muy difícil acceso", explica el médico.
El facultativo expone que para llegar a una plaza de profesor con plaza fija se requieren muchos pasos, lo cual penaliza a los médicos jóvenes. "Todo va por méritos y siempre eligen a las personas más mayores", explica. De esta manera,
pone en valor muchas veces las "ganas" por la docencia cuentan más que la experiencia. "Yo he tenido profesores que dan clases que dejan mucho que desear.
Conozco residentes que hubieran impartido esa asignatura mucho mejor, aunque tengan menos años de experiencia", asegura.
Por ello, el residente cree que lo ideal sería
"encontrar el equilibrio entre experiencia y vocación" a la hora de elegir perfiles para estas plazas de profesorado.
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