Redacción. Barcelona
Más de cincuenta residentes de Neurología procedentes de toda España se han reunido, durante tres días, en el Centro de Esclerosis Múltiple de Cataluña (Cemcat) para realizar una puesta al día sobre los últimos avances en el abordaje de la esclerosis múltiple, desde el diagnóstico hasta el tratamiento pasando por las líneas de investigación más importantes que se están llevan a cabo. Ha sido en el XV Curso de Formación en Enfermedades Desmielinizantes para Residentes de Neurología de la Sociedad Española de Neurología (SEN) que, este año, se ha integrado dentro de las actividades de formación y docencia que cada año organiza el Cemcat, destinadas a profesionales de la salud en este ámbito.
Imagen de los asistentes al curso. |
El objetivo del curso es “que los residentes, los futuros neurólogos, aprendan a tratar a los pacientes con esclerosis múltiple desde un punto de vista multidisciplinar, como hacemos en el Cemcat”, explica Xavier Montalban, director del Cemcat y jefe del Servicio de Neuroinmunología del Hospital Unviersitario Vall d’Hebron y del Grupo de Investigación en Neuroinmunología Clínica del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR). “Durante tres días, podrán revisar con numerosos especialistas en EM todas las distintas fases de la enfermedad, desde la epidemiología hasta el diagnóstico, los síntomas, los tratamientos actuales y futuros y el estudio de casos reales”.
En sólo 15 años la EM ha duplicado su incidencia
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad neurológica crónica del sistema nervioso central que actualmente afecta a más de 46.000 españoles. Cada año, el Cemcat diagnostica alrededor de 500 nuevos casos, una cifra que en los últimos quince años se ha multiplicado por dos. Según Montalban, “en 1995 la incidencia de la EM era de 53 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que en 2010 la cifra había aumentado hasta los 100, según el proyecto colaborativo epidEMcat”. Se desconoce el motivo exacto de este incremento, pero unido al hecho de que han aumentado los métodos y la eficacia para diagnosticar la enfermedad, las actuales investigaciones podrían apuntan a factores ambientales.
Entre ellos se incluye la ‘teoría de la higiene’, según la cual vivir en un entorno cada vez más higiénico reduce el número de infecciones, pero aumenta el riesgo de enfermedades inmunológicas como la EM. Otra posible explicación podrían ser los niveles más bajos de vitamina D en sangre, debido a una menor exposición al sol. Montalban también ha destacado la mayor incidencia de la EM entre la población femenina, de 2 o 3 casos en mujeres por cada hombre “algo que podría estar relacionado factores como por ejemplo el aumento del tabaquismo en las mujeres”.
La EM es una enfermedad genética no hereditaria, “lo que falta ahora es saber qué factores ambientales influyen en su aparición y por qué en algunas personas sí se activan los genes relacionados con la aparición de la EM mientras que en otras no”.
Durante el curso, los residentes de Neurología también han podido conocer los últimos avances en la detección de la EM. Gracias a los nuevos criterios de diagnóstico establecidos en 2010, desarrollados por un grupo de expertos internacionales entre los que cabe destacar la importante contribución del Cemcat, “actualmente, el 50 por ciento de los pacientes con EM pueden tener un diagnóstico confirmado desde el primer brote de la enfermedad. A partir de una primera y única resonancia magnética, sin tener que esperar a un segundo brote que confirme el diagnóstico y pudiendo iniciar lo antes posible un tratamiento que frene la progresión de la EM y evite sus síntomas”.
El nuevo reto en investigación: desarrollar fármacos neuroprotectores
Actualmente existen una serie de fármacos que son efectivos para frenar la progresión de la EM y evitar la aparición de nuevos brotes, modificando de forma positiva la evolución clínica de la enfermedad. Sin embargo, el gran reto de la investigación en EM es el descubrimiento y desarrollo de nuevos fármacos que ejerzan un efecto neuroprotector, es decir, “que sean capaces de frenar en seco la degeneración del tejido noble cerebral, protegiendo la mielina, la capa que rodea a las neuronas y las protege de los ataques del sistema inmune, incluso de revertir la degeneración de las zonas ya afectadas”, según Montalban.
Cada año, el Cemcat publica más de 50 artículos científicos con un alto factor de impacto y, precisamente, una de sus líneas de investigación se centra en aumentar la efectividad de los tratamientos contra el efecto degenerativo de la EM tanto en la neuroprotección como la neuroregeneración. En un año se prevé obtener los primeros resultados de dos estudios sobre moléculas con capacidad de remielinización, que el Cemcat está llevando a cabo junto a otros centros y hospitales de referencia mundial.
En el encuentro también se han abordado otras enfermedades desmielinizantes, como la neuromielitis óptica, una patología autoinmune que causa la inflamación del nervio óptico y la médula espinal. Recientemente, se ha descubierto que el 70 por ciento de los pacientes tienen anticuerpos contra una proteína de las neuronas llamada acuaporina 4, una especificidad que ha permitido diferenciar esta enfermedad de la EM, algo que el Montalban no ha dudado en calificar como “el avance más importante en investigación tecnológica de la última década, ya que ha permitido tratar de manera distinta estas dos enfermedades y, por tanto, mejorar los resultados en los pacientes”.