Lucía Svriz ha decidido, tras dos años como MIR, presentarse de nuevo al examen de FSE para cambiar de especialidad

Lucía Svriz ha decidido, tras dos años como MIR, presentarse de nuevo al examen de FSE para cambiar de especialidad
Lucía Svriz, aspirante al MIR 2025.


11 may. 2024 12:00H
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Conseguir una vacante MIR es, ante todo, señal de un nuevo comienzo. Pero siempre que se empieza de cero hay un riesgo implícito: ¿qué ocurre si sale mal? Cortar por lo sano y dejar la residencia supone renunciar a muchas cosas como la estabilidad económica o los años completados, pero sobre todo significa -en la mayoría de los casos- volver a presentarse al examen de Formación Sanitaria Especializada (FSE).

Lucía Svriz llevaba bastante tiempo planteándose renunciar a su plaza como R2 en Medicina Familiar y Comunitaria, aunque ha sido consciente en todo momento de que no era una decisión precisamente fácil. Es por ello que al terminar su primer año decidió ignorar esos pensamientos y seguir adelante tras hablar con su jefa de residentes y escuchar atentamente a sus amigas. Pero doce meses después comprobó que se encontraba en el mismo punto y que la cosa no había mejorado. "Seguía igual de amargada y se me venía el mundo encima al pensar en los años que me quedaban", recuerda.

Al verse 'estancada' supo que era el momento de parar y llevar a la práctica esos pensamientos que tantas veces había tenido. "He sentido miedo, porque dejas un puesto de trabajo, en mi caso en un hospital grande, y también renuncias a la independencia para volver a empezar", explica. Sin embargo, tras reflexionar detenidamente supo que las razones por las que continuaba como R2 no eran las adecuadas. "Me siento egoísta, porque me he mantenido en la residencia por ser independiente, tener un sueldo y vivir en Madrid, y eso no me parece ético", detalla.


"Me siento egoísta porque me he mantenido en la residencia por tener un sueldo y vivir en Madrid, y no es ético"




Motivos para dejar el MIR de Familia


Las dudas se hicieron notar desde el principio, y la idea de renunciar ha acompañado a Svriz durante toda su estancia MIR. "Desde que empecé he sentido que no encajaba viendo que mis compañeras tenian más vocación que yo. Veía cómo trataban al paciente, cómo les gustaba la patología que se ve... Y yo notaba que no era mi lugar", relata. Antes de tomar una decisión de manera definitiva, hizo una lista de pros y contras con las consecuencias que implicaba tanto terminar la residencia como repetir el MIR. "Vi que los contras eran superiores, sobre todo en mi salud mental. Sé que es una pena la oportunidad que estoy perdiendo, pero siento que no lo daba todo de mí", sostiene.

Igualmente, reconoce que la Atención Primaria sí le interesó al comenzar su residencia, pero que su desencanto fue en aumento a medida que pasaban los meses. Además de la "monotonía", cuestiones como "las condiciones laborales" fueron determinantes para ella. "Estábamos todo el rato quejándonos y no quiero eso en mi vida ni ir infeliz a trabajar", sentencia. "No me veía a mí misma en un futuro en ninguna de las salidas de la especialidad", añade.

Además, Svriz conocía de cerca lo que implicaba tomar este camino, puesto que varios de sus compañeros de promoción lo habían tomado antes que ella. "De los 20 que entramos en Familia lo hemos dejado seis, y los otros cinco ya han repetido el MIR", relata. De hecho, el factor decisivo para ella fue hablar con uno de ellos y comprobar que tomó la decisión correcta. "Me dijo que volver a estudiar el MIR se le pasó volando y que si veía que no era mi lugar no me quedase porque sí", apunta. 

Repetir el MIR siendo R2


Pese a no tener en mente ninguna "especialidad soñada", esta médica tiene en mente varios requisitos a cumplir. "Quiero una que me permita centrarme en una parte del cuerpo humano y ser buena en algo", asegura. No obstante, lo que sí sabe con certeza es que es el momento para hacerlo. "Me dije a mí misma que o lo hacía ya o no lo hacía nunca. Tengo ganas de estudiar, estoy motivada y tengo que aprovechar cómo me siento" expone. También cuenta con el apoyo de sus padres y con la libertad de no depender de ninguna atadura. 


"Me dije a mí misma que lo hacía ahora o nunca. Tengo ganas de estudiar, estoy motivada y tengo que aprovechar cómo me siento"




Por el momento, se ha inscrito en una nueva academia como aspirante al MIR 2025 y el próximo mes de junio comenzará un curso de alto rendimiento. "Sé que será duro pero que se pasará volando, y también sé a lo que me enfrento", argumenta. Anima a todos aquellos que tengan las mismas dudas a que "escuchen su corazón y no intenten complacer a los demás", puesto que "algunas veces hay que pensar en uno mismo y no hay que tener miedo de lo que puedan pensar los demás, ya que vida sólo hay una".
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