Carmen Villegas Gálvez, Man-Chie Chow, Ismael Escobar Rodríguez y David García Marco.
En un entorno en el que el consumo de
medicamentos no hace más que crecer y el
paciente polimedicado es norma, una herramienta para hacer el
camino inverso, retirar medicación, se ha vuelto fundamental para el profesional farmacéutico, en particular, y sanitario, en general.
Los
softwares implicados en la
desprescripción, un concepto al que muchos todavía tienen que acostumbrarse, permiten la
toma de decisiones individualizadas basándose en los principales criterios para simplificar la terapia.
Sin embargo, el problema es que con las herramientas actuales (
Medstopper,
Check the meds) se introducen los medicamentos uno a uno. "Si tienes que introducir los miles de tratamientos del hospital, vas a acabar exhausto", explica
David García Marco, del Hospital de Parapléjicos, de Toledo.
García Marco ha formado parte de la mesa sobre 'Prescripción y desprescripción farmacéutica', dentro del
63 Congreso de la SEFH que se ha celebrado en Palma de Mallorca. En la misma ha hablado de la experiencia con
Altomedicamentos, una herramienta de inteligencia artificial que les permite evaluar la optimización de la medicación en los centros de su área sanitaria.
Carmen Villegas Gálvez, Chesterfield GP federation of Practices; Man-Chie Chow, de NHS Fundation Trust; Ismael Escobar Rodríguez, jefe de Servicio de Farmacia del Infanta Leonor, y David García Marco, del Hospital de Parapléjicos de Toledo.
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"Se puede ir
desprescribiendo en situaciones concretas clínicas de forma automática. Llevamos 14,6 millones de tratamientos en 52 hospitales", comenta. Una herramienta similar se usa para residencias (donde el paciente es, por definición, frágil y polimedicado),
Geridrugs.
En centros sociosanitarios, la revisión de la medicación se puede realizar hasta en un 73% de los casos
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"El sistema
analiza 150 pacientes por minuto. Señala los medicamentos que son peligrosos y permite realizar la desprescripción priorizando por grupos de medicamentos", explica.
Los tratamientos a revisar son muy elevados, y dependiendo de los criterios usados se revisan
entre un 25 por ciento y un 48 por ciento de los tratamientos, cifra que se puede elevar hasta el 73 por ciento en centros sociosanitarios.
García Marco que la desprescripción se realiza en equipo, junto al geriatra, "no es un planteamiento sólo desde la farmacia".
Las decisiones se comunican al paciente, tienen que ser explicadas para que acepten de buen grado la retirada de fármacos.
Sin embargo, la experiencia del uso de la informática para optimizar la medicación es una opción puntera un fundamental de una práctica, la de la desprescripción, que cada vez más sistemas sanitarios están girándose hacia ella.
Aspecto de la sala durante la mesa redonda: Prescripción y desprescripción farmacéutica.
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