Irene Zarra Ferro y Javier González Bueno.
La
planificación centrada en la persona mejora la adecuación del paciente a la medicación en los tres niveles de asistencia farmacológica que garantizan una continuidad asistencial: Hospitalaria, Primaria y Comunitaria. Así lo han resaltado los expertos reunidos en el 66º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) que se está celebrando estos días de manera virtual.
“Cuando los farmacéuticos nos acercamos al paciente nos damos cuenta de la necesidad de proporcionar una atención integral y no solo una atención puntual a las necesidades farmacéuticas en ese momento o durante el ingreso hospitalario.
Hay una necesidad urgente de coordinar a todos los profesionales de las áreas Hospitalarias, de Primaria y Comunitaria para que el paciente reciba una atención completa”, resalta
Irene Zarra Ferro, jefa de Servicio de Farmacia del Complejo Hospitalario de Santiago y moderadora de una mesa que ha contado con la presencia de
Helena Esteban Cartelle, especialista en Farmacia Hospitalaria en el complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela;
Rosa María Morillo Lisa, farmacéutica y vocal de la Sociedad Española de Farmacia Rural (Sefar); y
Javier González Bueno, responsable farmacológico de la undidad de agudos en el Consorci Hospitalari de Vic.
Mejora en pacientes con multimorbilidad
Actualmente hay diversos proyectos en marcha en el territorio español para alcanzar estos objetivos y uno de los que más resultados positivos ha logrado es el coordinado por González Bueno. “Hemos demostrado que la aplicación interdisciplinar del
modelo PCP (planificación centrada en la persona) en
pacientes con multimorbilidad mejora la adecuación de la prescripción (u adherencia terapéutica) en diferentes niveles asistenciales en un entorno integrado”, resalta el especialista.
Un modelo modificado respecto a su original y que cuenta con
cuatro etapas diferenciadas. La primera de ellas es la
valoración centrada en la persona. “Además de la valoración geriátrica integral entendimos que era necesario hacer una valoración de la adherencia y así establecemos un objetivo asistencial para el paciente y cuáles son las barreras que están condicionando la consecución de ese objetivo”, explica González Bueno.
La segunda etapa del modelo se centra en el
diagnóstico y la reducción de la complejidad farmacoterapéutica mediante estrategias de prescripción. “Por ejemplo, si tenemos un problema de elevada complejidad del tratamiento podemos potenciar la desprescripción”, resalta el facultativo.
"La prescripción inapropiada se da en un 92 por ciento de los pacientes frágiles"
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La tercera fase pone el foco en el
fármaco. “Proponemos una reducción de la complejidad farmacoterapéutica mediante estrategias de simplificación posológica. Si identificamos un rechazo del tratamiento u otros problemas identitarios, podemos sustituir medicamentos de alto riesgo en pacientes crónicos”, detalla González Bueno.
Fruto del trabajo realizado en las etapas anteriores surge la cuarta, el denominado
“Plan Terapéutico”. “No solo es una etapa de resultado, también potenciamos la educación del paciente mediante una entrevista personal”, reivindica el facultativo.
¿Cuál ha sido el éxito del modelo PCP?
"En el
entorno sociosanitario hemos visto que tenemos poblaciones con fragilidades moderadas y severas donde la prescripción inapropiada se da en un 92 por ciento de los pacientes. Gracias a la aplicación del modelo hemos logrado
disminuir el número de medicamentos crónicos, especialmente de aquellos con un objetivo preventivo”, asegura González Bueno.
Una mejora que también se ha producido en la atención intermedia, donde se ha
potenciado la comunicación entre Hospitalaria y Primaria mediante la incorporación de una revisión farmacoterapéutica y de la historia clínica en el informe de alta. “Agrupamos los fármacos en función de su utilidad, si hemos visto una adherencia y si hemos aplicado alguna estrategia”, explica el especialista.
"Gracias a la aplicación del modelo hemos logrado disminuir el número de medicamentos crónicos"
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Gracias a esta metodología se ha logrado
mejorar la tasa de pacientes adherentes del área sanitaria de Vic, pasando de un 22 a un 52 por ciento. También se ha reducido la recogida de medicación en unos 10 puntos y todas las variables relacionadas con la adecuación.
“Los resultados nos indican que hay que seguir trabajando en el territorio con los pacientes y eso se logra potenciando la colaboración entre Atención Primaria y Farmacia Comunitaria para continuar mejorando la adherencia y adecuación de la prescripción”, concluye González Bueno.
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