La estudiante de sexto de Medicina, Paula Romero.
Descubrir cuál es la
profesión de tus sueños no es tarea fácil y no todo el mundo consigue encontrarla. Es habitual conocer casos de alumnos que deciden
cambiar de carrera tras unos años estudiando porque, por determinadas razones, no se ven en el futuro ejerciendo en ellas, y buscan otras vías con la esperanza de encontrar
un lugar donde se sientan realizados, tanto en el ámbito personal como laboral.
Con este sentimiento comienza la historia de Paula Romero, e
studiante de sexto de Medicina, y quien antes de acceder a la carrera terminó el grado de
Periodismo y el de
Magisterio. Esta futura médica se define a sí misma como una persona que se mueve “por la curiosidad y las ganas de aprender”, unas aptitudes que le llevaron a creer que convertirse en periodista sería la mejor opción para saciar esa
sed de conocimiento.
Tras acabar la carrera en tres años y empezar un
máster en televisión, Romero comenzó a plantearse la idea de ingresar en la carrera de Magisterio por dos razones: porque le gustan los niños y por la
situación precaria que vive actualmente el periodismo. “Quería asegurarme un colchón laboral por si acaso”, reconoce a
Redacción Médica.
De esta forma y con mucho esfuerzo, compaginó ese máster con el primer año de Magisterio. “Comenzar en esta carrera me despertó la ilusión de hacer algo por los demás. Ya había hecho algún voluntariado, pero esto era distinto, sentía que los niños no te juzgan tanto como en el periodismo, donde es una profesión más superficial”, ha afirmado.
Hacer Medicina desde otra carrera
Pero el responsable de que ese amor por la Medicina apareciera es su tío, un
periodista científico al que acompañaba a congresos organizados por
sociedades científicas del mundo de la sanidad. A pesar de que ella “no se enteraba de nada”, ese ambiente le empujaba a querer descubrir todos los aspectos relacionados con el sector sanitario y, como resultado, surgió la idea de querer convertirse en médica.
Tras acabar Magisterio, que lo hizo en dos años a través de una modalidad semipresencial donde iba solo los sábados y el resto de la semana estudiaba por su cuenta, habló con sus padres y su tío y les comentó la idea de
ingresar en Medicina. Ellos, sin dudarlo, le apoyaron para que pudiese alcanzar su sueño de ayudar a los demás, ahora desde el sector sanitario.
Paula Romero junto a sus famliares en un congreso sobre Oftalmología.
|
¿A qué edad estudiar Medicina?
“Cuando entré en Medicina con 24 años, al principio, me sentía un poco con el
síndrome del impostor. Un poco intrusa. Me preguntaba a mí misma: ¿al final qué soy? Periodista, maestra o ahora futura médica”, ha reconocido.
Esa sensación desapareció conforme iba asistiendo a clase y adaptándose a su nueva vida, aunque no fue fácil. Romero reconoce que no sabía “el calibre” ni
la dificultad de la carrera porque venía de dos grados dónde, principalmente, era aprenderse la teoría y plasmarla en el examen.
Dificultades durante la carrera de Medicina
Una de las dificultades más grandes que atravesó durante su periplo por Medicina fue
aprobar la asignatura de Química. Para ella, supuso un esfuerzo al que no estaba acostumbrada. “Esta carrera ha sido
el mayor reto al que yo me he enfrentado durante mis 30 años”, ha aseverado.
Ahora, tras seis años e infinidad de nuevas experiencias junto a compañeros y docentes, Romero reconoce que se encuentra
enamorada de la Medicina, pero con un dilema por delante: no sabe si decantarse por
Pediatría, Medicina de Familia o Psiquiatría.
Dudas a la hora de escoger especialidad médica
En el caso de
Pediatría, Romero explica que es una rama donde
confluyen sus tres profesiones: Medicina, Periodismo y Magisterio. Para ella, no deja de ser una “entrevista periodística” donde el médico se acerca a la vida anónima a través de sus antecedentes médicos y familiares. “Y también, de alguna forma, está la esencia del maestro, ya que transmites tus conocimientos a los pacientes con paciencia, mirándolos a los ojos para saber si han entendido lo que les has dicho. Y si la materia prima son los niños ya es la guinda del pastel”, ha reconocido.
"La Medicina de Familia es la especialidad más completa. Me parece difícil porque, al final, se tocan todos los palos. Pero bueno, yo creo que el médico rural de pueblo es, en esencia, la Medicina real"
|
En cuanto a su posible elección sobre
Medicina de Familia lo ha justificado indicando que, para ella, es la rama “más completa”. “Me parece difícil al final porque se tocan todos los palos, pero bueno, yo creo que el
médico rural de pueblo es, en esencia, la
Medicina real", ha trasladado.
La Psiquiatría, la "rama más abierta" de la Medicina
Y por último, su interés por
Psiquiatría viene porque le interesa “mucho” todo lo relacionado con el cerebro y la parte de la consciencia. “Creo que es la
rama más abierta y creo que me aportaría mucho. También tiene una visión más amplia con la
psicológica y la filosofía, que al final son vertientes que se amparan a las letras”, ha argumentado.
Debido a todo lo que supone ser estudiante de Medicina, como reducir tu vida social y dedicar una gran cantidad de horas a estudiar el temario, esta médica ha puesto en valor la importancia de que los alumnos cuiden su
salud mental.
“Yo he tenido
crisis de ansiedad serias y creo que es necesario cuidar la salud mental de los estudiantes, incluso los propios médicos durante mis prácticas me lo han trasmitido. Es algo que no se dice pero que realmente se pasa mal y que hay que cuidar”, ha concluido.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.