Irene Torregrosa, estudiante de cuarto de Medicina.
Romper prejuicios y barreras. Ese es el lema que abandera
Irene Torregrosa, estudiante de cuarto de Medicina. Desde pequeña, tiene una
discapacidad que le obliga a
desplazarse en silla de ruedas, con todas las dificultades que ello conlleva. Pero su condición no le ha hecho renunciar a su sueño de convertirse en médica y, desde que entró en la facultad, ha estado ‘luchando' por conseguir que
las infraestructuras se adapten a sus necesidades y lograr así una adaptación real. “
Que nadie te haga creer que no puedes”, ha subrayado.
La idea de convertirse en médica no estaba entre los primeros planes de Torregrosa cuando estaba en Bachillerato, sino que quería dedicarse a la tecnología y, por tanto, decidió cursar la
carrera de Ingeniería Informática. Pero, lamentablemente, no fue lo que ella esperaba y, tras dos años, decidió abandonarla y
entrar a Medicina a través de la prueba de acceso de mayores de 25 años.
Mejorar el acceso a aulas de Medicina
Desde entonces,
la Medicina se ha convertido en su pasión, pero también reconoce que sus comienzos no han sido fáciles, ya que se ha encontrado con "barreras arquitectónicas" que han dificultado su integración durante sus primeros pasos en la formación.“Junto al sindicato de estudiantes conseguí que la universidad
hiciese obras para mejorar el acceso a las aulas para personas con movilidad reducida”, ha afirmado a
Redacción Médica.
A pesar de este avance, todavía quedan aspectos que
le hacen sentir “fuera de lugar”. “La forma en la que están distribuidas las aulas magnas me transmite la sensación de que
no debería estar ahí. Pero bueno, al final
esto también es trabajo personal. Fui a terapia un tiempo y me ayudó a entender que no es que yo no deba estar ahí, sino que se
tardan muchos años en conseguir adaptar a las personas con discapacidad", ha lamentado.
Hacer prácticas de Medicina con una discapacidad
Ahora que Torregrosa está cursando cuarto de Medicina, se encuentra rotando por los diferentes Servicios de un hospital, y no está del todo cómoda con el trato que está recibiendo. “Es raro lo que siento.
No sé si me dejan de lado porque tengo una discapacidad o simplemente
porque soy estudiante, pero no puedo comparar las dos realidades”, ha subrayado. De hecho, esta futura médica reivindica la necesidad de que haya
más protocolos y ejemplos referentes en los hospitales sobre cómo se debe actuar en estos casos. “
Me parece un mundo en el que tengo que estar improvisando porque nadie sabe nada”, ha lamentado.
Aún así, y mirando al futuro, Torregrosa es consciente de que su discapacidad la limitará para entrar en determinadas especialidades, pero también aboga por cambiar “el enfoque del entorno” y lograr que personas en sus mismas condiciones consigan, de verdad, la igualdad de condiciones. “
Tiene que haber una verdadera inclusión”, ha incidido.
Romper barreras para entrar a Medicina
Para concluir, esta futura médica ha querido trasladar un mensaje para aquellos estudiantes que duden de entrar a Medicina por
tener una discapacidad. “Si quieres trabajar en el mundo sanitario, que nadie te haga creer que no puedes.
El sistema es capacitista en muchas ocasiones, sí, pero no porque no seamos capaces, sino porque no está diseñado para nosotros”, ha resaltado.
Asimismo, ha añadido que, por tanto, les toca a ellos mismos
abrirse camino, cuestionar barreras y “exigir” accesibilidad. “La inclusión no es un favor o una concesión, es un derecho. Y la realidad es que cada vez somos más personas con discapacidad que también tienen esta vocación. La diversidad humana es inmensa, por lo que vamos a evitar que nos limite el entorno y la sociedad”, ha concluido.
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