El presidente del Sindicato de Enfermería (Satse), Manuel Cascos.
El presidente del Sindicato de Enfermería (Satse),
Manuel Cascos, ha propuesto la celebración de una
“cumbre enfermera” en la que todas las organizaciones con representación estatal de los ámbitos laboral y profesional aúnen esfuerzos para empezar a trabajar ya en acciones concretas y urgentes con el objetivo claro de que las más de 300.000 enfermeras y enfermeros de nuestro país logren el reconocimiento laboral y profesional que merecen en base a su excelente capacitación y labor asistencial y de cuidados.
Durante su participación en la jornada
“Nursing Now. El futuro de la Enfermería en España”, organizada por el Ministerio de Sanidad, el presidente de Satse subrayó que ha llegado el momento de que todo el colectivo enfermero (organizaciones del ámbito laboral y profesional, sociedades científicas, estudiantes de Grado, facultades de Enfermería y directivos y gestores), junto a las asociaciones de pacientes, se muestre más fuerte y unido que nunca para lograr que la profesión sanitaria que es el motor de desarrollo y sostén de nuestra sanidad tenga la relevancia y peso que merece dentro del SNS, y, de esta forma, poder ofrecer la mejor atención y cuidados a la ciudadanía.
“Es cierto que la pandemia del Covid-19 ha conllevado una
mayor visibilidad y reconocimiento social y ciudadano de la labor, esfuerzo y compromiso permanente de las enfermeras y enfermeros pero, en modo alguno, las distintas administraciones públicas y los partidos políticos han impulsado las mejoras que necesita un colectivo que ha sido maltratado laboral y profesionalmente durante muchos años”, apuntó Cascos
Plantillas precarizadas y absolutamente insuficientes, altas tasas de temporalidad, sobrecarga y tensión asistencial permanente, entornos laborales inseguros, fuga de profesionales a otros países, insuficiente oferta de plazas universitarias, discriminación por razón de género y escasa presencia en órganos directivos son algunos de los principales problemas que, según el sindicato, sufre un colectivo sanitario especialmente esencial en el SNS y sostén del mismo.
Una lamentable y dura realidad que
“no puede continuar ni un minuto más”, enfatizó el presidente de Satse, quien incidió en la necesidad de que todas las enfermeras y enfermeros sumen fuerzas y, con una sola voz, proclamen a administraciones y partidos que “solo habrá futuro para nuestra sanidad si hay un buen futuro para nuestras enfermeras y enfermeros”. Al respecto, avanzó que
el Sindicato empezará a trabajar en próximos días para alcanzar esta unión enfermera.
En este sentido, recordó que las enfermeras y enfermeros son los profesionales sanitarios que mejor garantizan una respuesta óptima a los principales retos de futuro en materia de atención y cuidados que tiene un país como España, cada vez más envejecido y con más personas con enfermedades crónicas y/o pluripatológicas y en situación de dependencia.
Otras demandas del Sindicato de Enfermería
Entre otras demandas y necesidades, Cascos destacó garantizar la seguridad asistencial en los centros sanitarios y sociosanitarios a través de una asignación máxima de pacientes por enfermera/o; acabar con el
déficit crónico y estructural de plantillas que sufre España, y que nos sitúa, año tras año, a la cola de Europa; atajar la temporalidad y precariedad laboral y propiciar el retorno de los más de 8.000 profesionales que se vieron obligados a emigrar a otros países.
Otras reclamaciones que el Sindicato de Enfermería lleva años realizando son
aumentar las plazas universitarias del Grado de Enfermería en el conjunto del Estado; posibilitar la
jubilación anticipada y voluntaria por las especialmente duras y penosas condiciones laborales de las enfermeras y enfermeros;
modificar la actual clasificación profesional para que haya un Grupo A, sin subgrupos; lograr entornos laborales seguros, sin agresiones y otros riesgos para la salud de los profesionales, y garantizar una imagen digna y no sexista de las mujeres enfermeras.
Especial hincapié hizo también en la urgente necesidad de reformar la Atención Primaria,
aumentando hasta el 25 por ciento el presupuesto sanitario a este ámbito asistencial, ya que, en la actualidad, se sitúa en torno al 15 por ciento, y las plantillas de enfermeras y enfermeros, así como abordar el desarrollo las especialidades enfermeras sin tener como referencia el “modelo médico” y una vez definida su necesidad y los puestos susceptibles a tal efecto.
Demandas todas ellas que SATSE, no solo lleva años exigiendo, sino que ha ido elaborando, incluso, propuestas normativas o planes de actuación para que los gobiernos y partidos las impulsasen e hiciesen realidad. Un claro ejemplo es la
Ley de Seguridad del Paciente que llevó a la organización sindical a recabar en el conjunto del Estado cerca de 700.000 firmas de ciudadanos y ciudadanas para que pudiese debatirse en el Parlamento y que, un año después de su toma en consideración, sigue bloqueada aún por intereses políticos.
“Hasta la fecha, todas nuestras propuestas solo reciben buenas palabras pero, finalmente, no se acometen por una clara falta de voluntad política de priorizar un colectivo sanitario que para muchos gestores y políticos sigue siendo invisible por intereses particulares y partidistas muy alejados del bien general de garantizar la seguridad asistencial y mejorar de la salud y bienestar de las más de 47 millones de personas que hay en nuestro país”, concluyó.
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