Apoyo mayoritario a la huelga competencial

Redacción. Madrid
La publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del real decreto de prescripción enfermeraha supuesto a su vez el inicio de la huelga competencial apoyada por la Mesa de la Profesión Enfermera. Una medida que, a tenor del resultado de la encuesta puesta en marcha por Redacción Médica en Twitter, cuenta con un notable apoyo por parte de profesionales y ciudadanos.

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Víctor Aznar y Máximo González Jurado.

La respuesta social no ha dejado lugar a dudas. Así lo refleja que el 71 por ciento de los participantes hayan declarado estar completamente de acuerdo con la huelga competencial apoyando la opción 'Sí, sin duda'. Una cifra que habla por sí misma del descontento que la puesta en marcha de la medida este jueves ha generado.

En el lado contrario se encuentran aquellos que, o bien están de acuerdo, o no tienen claro si la huelga competencial, es decir, la completa obediencia a lo que marca la legislación, es la solución más adecuada. Así, el 17 por ciento de los votantes es totalmente contrario a la huelga competencial, mientras que el 12 por ciento se muestra indeciso. Ambas opciones suman un 29 por ciento del total de votos, cifra claramente inferior a la de quienes están a favor de su aplicación.

El término 'huelga competencial' supone que tareas que las enfermeras veían desarrollando hasta ahora de manera autónoma, desde este jueves tendrán que dejar de hacerlas si no hay un facultativo que lo autorice. “Las enfermeras no deberán usar ni indicar ningún medicamento sujeto a prescripción médica, si antes no tienen la prescripción del médico. A este respecto, cabe recordar que hasta ahora, en su trabajo diario, los enfermeros usan e indican un buen número de medicamentos de prescripción médica de manera habitual”, explican desde la Mesa Enfermera.

Esta postura, defendida por el Consejo General de Enfermería (CGE) y el sindicato Satse, es la respuesta profesional al real decreto aprobado el pasado 23 de octubre en Consejo de Ministros. En concreto, el elemento que ha roto las relaciones entre los enfermeros y el Ministerio de Sanidad es su artículo 3, relativo a la prescripción de medicamentos sujetos a receta médica.

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