La
ocupación en el sector sanitario, que venía incrementándose paulatinamente desde el año 2007, dio un “gran salto” en los inicios de la crisis del coronavirus, cuando la tasa ascendió un 8 por ciento por la apremiante necesidad de personal en los centros de salud y hospitales. Una evolución positiva del empleo que no vino acompañada de
mejores sueldos, según el último estudio de la
Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), que destaca el cambio de tendencia que se produjo en el último trimestre de 2020, así como una caída de la diferencia entre el salario sanitario y el de la población general producida por las bajas remuneraciones de las nuevas contrataciones.
Son algunas de las conclusiones del
Cuarto Informe del Observatorio de Sanidad de Fedea, correspondiente que subraya los “signos de mejoría” que podían apreciarse en el
salario de los trabajadores sanitarios desde el año 2016 hasta los inicios de la pandemia. La situación, apunta el documento, “se revierte hacia octubre de 2020”, cuando se percibió un notable descenso en la evolución de los salarios nominales del sector.
Por otro lado, los salarios relativos, el diferencial de los del sector sanitario y los de la población en general, llegaron al inicio de la crisis “a su nivel más bajo”, incluso más que en el momento
“pre-recortes” previo al 2012, debido en esencia, a los “bajos salarios de las
nuevas contrataciones”. Dicho diferencial “volvió a repuntar hacia octubre de 2020”, subraya el documento.
Respecto a los niveles de empleo, Fedea, que se hace eco de los
datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), constata el “notable
aumento del volumen de empleo con el impacto de la crisis sanitaria”, cuando se registró un pico máximo.
“Por otra parte, la fracción de empleo asalariado estuvo relativamente estable durante un periodo en torno al 7 por ciento, cayendo ligeramente hacia finales de 2019 al 6,5 por ciento. En plena pandemia, esta fracción pega un gran salto alcanzando un poco más del 8 por ciento”, señala la fundación, que incide no obstante en que en el último trimestre de 2020 dicha fracción comenzó a
“retornar hacia el 7 por ciento nuevamente”.
Empleo a tiempo parcial en el sector sanitario
En su informe sobre la situación del sector sanitario, Fedea refleja también la caída “vertiginosa” de un
empleo a tiempo parcial que “venía con un ritmo creciente” antes de la pandemia del covid. Dicho descenso rondó los cuatro puntos porcentuales en los inicios de la crisis, aunque con el tiempo fue estabilizándose e incluso experimentó un fuerte repunte del 14 por ciento en octubre.
En lo que respecta a la feminización del sector, Fedea constata la “trayectoria ascendente” de la misma, con un aumento de un punto porcentual interanual a raíz de la crisis. “Posteriormente creció para mantenerse un poco por encima de los
niveles pre-pandemia”, añade.
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