Ricardo Martínez Platel. Madrid
Las instrucciones previas, conocidas coloquialmente como documento de voluntades anticipadas o testamento vital, no están teniendo la repercusión que se esperaba y apenas el 4 por ciento de los españoles ha expresado por escrito de manera oficial lo que quieren que se disponga sobre sí mismos en caso de perder la capacidad para tomar decisiones.
El testamento vital no ha cuajado.
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Las cifras demuestran que existe un desconocimiento real de estos instrumentos. Una de las comunidades pioneras en su puesta en marcha fue Cataluña, lo que le convierte en la primera autonomía en cuanto a número de registros (57.910), lo que supone un porcentaje del 7,70 por ciento, cada mil habitantes y un crecimiento de 5.000 respecto a los datos de 2014.
A una distancia considerable de los datos catalanes, se encuentra Madrid, con 16.977 registros. Es decir, el 2,63 por ciento cada mil habitantes, y una subida cercaba a los 2.000 registros. Regiones como País Vasco (6,60 por ciento) o La Rioja (5,79) son las que más se acercan a los números de Cataluña, pero demuestran que se trata de una herramienta que no ha cuajado. La ley 41/2002 es la que refleja como un derecho del ciudadano el consentimiento informado. No se puede realizar ninguna injerencia, ni intervención sanitaria en el ámbito de la persona si ésta no da su consentimiento. Cuando se carece de capacidad, este derecho se perdía.
Esto es lo que vienen a solventar las instrucciones previas. Se puede realizar un “mandato” al equipo sanitario para dejar reflejado qué es lo que el enfermo quiere que se haga ante determinadas circunstancias. Hay una serie de orientaciones que están limitadas por el ordenamiento jurídico (en el caso de eutanasia), nada que se oponga a la lex artis, (la buena práctica médica).
Además el profesional tiene derecho a la objeción de conciencia, pero no puede oponerse a la realización del derecho de otra persona. El médico se podría retirar, pero las voluntades anticipadas de esa persona deberían ser respetadas y ser cumplidas.
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