El Imserso impulsa ciudades “amigables” con los mayores

Enrique Pita / Imagen: Miguel Ángel Escobar. Madrid
El progresivo envejecimiento de la población lleva aparejados una serie de retos a los que las administraciones y la sociedad en su conjunto deben dar respuesta. En muchas ocasiones esos retos se han identificado en los ámbitos de la salud y los servicios sociales, pero hay otros campos en los que es necesario abordar el presente con la vista puesta en las personas mayores. Desde el urbanismo al ocio, el reto es crear una sociedad inclusiva en la que los mayores no sean convidados de piedra, sino protagonistas de un entorno cada vez más saludable y accesible que promueva un envejecimiento cada vez más activo.

De izquierda a derecha: Francisco Ferrándiz, secretario general del Imserso; Joaquín Corcobado, subdirector de Asuntos Sociales de la FEMP; Geoff Green, presidente del Grupo Asesor de la Red Mundial de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores de la OMS; César Antón, director general del Imserso, y Luis Martín, vicepresidente del Consejo Estatal de Personas Mayores.

Con la vista puesta en abordar de forma integral las necesidades de los mayores y teniendo en cuenta sus opiniones para diseñar estas ciudades “amigables”, el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) se sumó en 2012 a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para impulsar y coordinar la creación de una Red Española de Ciudades Amigables con las Personas Mayores, a la que hasta ahora se han sumado más de 30 municipios españoles, tal y como han explicado los expertos reunidos por el Imserso en la jornada ‘Cómo ser una ciudad amigable con las personas mayores’ celebrada este jueves.

César Antón, director general del Imserso.

Según ha explicado el director general del Imserso, César Antón, para que este proyecto llegue a buen puerto es fundamental la implicación que, desde el principio, ha mostrado la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), que ha permitido llevarlo a la realidad municipal, que es donde debe ponerse en práctica. En este sentido, el subdirector de Asuntos Sociales de la FEMP, Joaquín Corcobado, ha apuntado que esta Red “sirve para que nuestros pueblos y ciudades afronten las mejoras que demanda su población” de forma que se logre hacer de los municipios lugares “más humanos y habitables”.

La participación de los mayores es uno de los ejes fundamentales de este programa. Incluir sus opiniones, su punto de vista, pero sobre todo tener en cuenta sus necesidades, a la hora de avanzar en la ciudad del futuro. Según ha destacado Antón, precisamente la riqueza del proyecto es que se está desarrollando con la colaboración de las personas mayores, que son las que están aportando las claves principales para llevar a buen puerto una iniciativa que, en definitiva, “hace mejorar a la sociedad en su conjunto”.

Por su parte, la directora del Centro de Referencia Estatal de Autonomía Personal y Ayudas Técnicas (Ceapat) del Imserso, Cristina Rodríguez-Porrero, el objetivo es, en definitiva, “hacer de las ciudades mejores entornos en los que cumplir años”. Así, ha destacado que esta red responde a retos urbanísticos y demográficos, pero, “sobre todo, al de fomentar un envejecimiento activo y saludable”, y para ello es imperativo implicar a las personas mayores en el desarrollo de las 8 áreas de trabajo que aborda el programa, que van desde el transporte a la vivienda, pasando por la comunicación y la información o el apoyo de la comunidad, los servicios sociales y la salud.

De izquierda a derecha: Carlos Martínez, en representación de la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España; Carmen Rodríguez, coordinadora de Actividades de Salud del Ayuntamiento de Santander; Luis Álvarez, del Consejo Estatal de Personas Mayores, y Cristina Rodríguez-Porrero, directora de Ceapat-Imserso.