Héctor Bueno, cardiólogo que lidera el Grupo de Investigación Cardiovascular Traslacional Multidisciplinaria en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC).
La
Estrategia de Salud Cardiovascular del Sistema Nacional de Salud (SNS) no tiene precedentes en España, ni a nivel europeo. Se trata de un hito al que la Unión Europa ha mirado con buenos ojos y, por ello, ha servido de inspiración para el Plan Europeo de Salud Cardiovascular. Este mismo mes se presentó el borrador, pero todavía queda camino por transitar. Se trata de una iniciativa que abarcará a los 27 países miembros y cuyo principal objetivo es reducir el impacto de las enfermedades cardiovasculares
, responsables de más de 1,7 millones de fallecimientos al año en Europa. No obstante, los expertos opinan que el modelo propuesto por España es más "integral" y que este documento, que todavía 'en pañales', podría tomarlo como ejemplo.
Un aspecto que ha convertido a nuestro país en referente es el cambio de paradigma al pasar de hacer una estrategia de enfermedades cardiovasculares
a que sea de salud cardiovascular. Así lo explica Héctor Bueno, cardiólogo que lidera el Grupo de Investigación Cardiovascular Traslacional Multidisciplinaria en el
Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), y el Área de Investigación Cardiovascular del Instituto de Investigación i+12 en el Hospital Universitario 12 de Octubre, dónde dirige el Programa de Investigación Cardiovascualr Traslacional (Picat).
"En España solo había habido una estrategia que era la de cardiopatía isquémica, que era del año 2009. Nos pidieron hacer una estrategia de enfermedades cardiovasculares y
propusimos hacer una de salud cardiovascular, no de patologías. De esta manera, se pasa de estar dentro del sistema sanitario a ir directamente a la población desde la infancia. En ella se cubre desde la
educación poblacional, la promoción de la salud en la población, la identificación precoz o la detección precoz de los factores de riesgo y los determinantes de salud", explica Bueno para
Redacción Médica.
Es decir, es una hoja de ruta que
va más allá del sistema sanitario y se adentra en aspectos políticos, sociales, del entorno, la contaminación, el nivel socio-demográfico, etc. "Se empieza a hablar de salud cardiovascular antes de llegar al sistema sanitario", resume.
Por lo tanto, es la primera estrategia que
considera la promoción de la salud, la educación de la población, la potenciación o el empoderamiento de la ciudadanía para mejorar la salud y luego va avanzando hasta que entra en juego el SNS:
los diagnósticos, los factores de riesgo, etc. Todo ello lo ha tenido en cuenta este borrador europeo, aunque también hay diferencias importantes, según detalla el cardiólogo: "El
plan de Europa está muy centrado en la parte de promoción de la salud y prevención. Es cierto que todavía está por desarrollar, pero tiene menos contemplado el equilibrio que tenemos en España también para
la atención aguda o la atención crónica de las enfermedades cardiovasculares".
Estrategia integral cardiovascular
Para Bueno, España ha logrado
crear una "estrategia integral" que aúna diferentes pilares como son la promoción de la salud, la detección precoz, la prevención primaria, pero también los cuidados cardíacos agudos, los cardiovasculares agudos, los cuidados cardiovasculares crónicos y, digamos, la atención a las últimas fases de los pacientes y la integración de la multimorbilidad, crónicos, etc.
"Si el plan europeo
se queda solo en la promoción de la salud, en la detección precoz y el tratamiento de los factores de riesgo está muy bien, es lo más costefectivo; pero
hay un problema muy grave de mortalidad por enfermedad cardiovascular aguda que tiene mucho que ver con el sistema. Si prescinden de eso,
se va a quedar un poco cojo", afirma el experto.
Hoja de ruta europea
No obstante, el cardiólogo considera un "hito" que se haya aprobado un borrador y lamenta que todavía no existiera cuando es "
la primera causa de muerte en Europa". De esta manera, la UE pretende homogeneizar el abordaje de estas patologías, teniendo en cuenta las enormes diferencias que hay entre los estados miembros, partiendo de que la mayoría de ellos no tienen un plan o una estrategia de salud cardiovascular.
"Es muy importante que Europa
arrastre a los países para que cada uno vaya desarrollando sus planes, ya que cada uno tiene sus prioridades, y dotar de financiación. Esperemos que sea un plan y no una estrategia que permita a los países movilizar recursos para mejorar la asistencia sanitaria", subraya. En definitiva, en palabras de Bueno, es importante que la UE marque las pautas y dé una señal de
por dónde deben ir las prioridades cardiovasculares desde el punto de vista sanitario.
Por otro lado,
Redacción Médica ha preguntado al Ministerio de Sanidad si Europa les ha pedido ayuda y han confirmado que durante la presidencia europea de Hungría se ha planteado
este tema como una prioridad y se ha discutido a nivel europeo, con todos los países. "La Sociedad Europea de Cardiología
siempre ha alabado nuestra estrategia. Por ahora, hay países que van a incluir la salud cardiovascular en sus estrategia de enfermedades crónicas", afirman fuentes del departamento que lidera Mónica García.
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