La
rosácea es un
trastorno inflamatorio de la parte central de la cara que afecta preferentemente a mujeres, en su mayoría por encima de los 30 años de edad.
¿Cuáles son las causas de la rosácea?
Las causas de la rosácea no son conocidas. Se debe a una
dilatación y posterior aumento de las venas de debajo de la piel de la cara. Suele aparecer con más frecuencia en las personas que tienden a sonrojarse frente a determinados estímulos, como el calor, situaciones emocionales, consumo de alcohol o consumo de alimentos calientes o picantes. Según progresa la enfermedad el enrojecimiento suele durar más tiempo hasta que quedan lesiones permanentes.
¿Qué síntomas produce la rosácea?
En personas con predisposición al sonrojo ante los estímulos anteriormente comentados, puede quedar una
zona de enrojecimiento permanente que se localiza preferentemente en la nariz y en las mejillas, en forma de alas de mariposa. El enrojecimiento también puede extenderse por la frente y la barbilla. Posteriormente, en estas zonas
pueden aparecer pequeñas venitas (telangiectasias) y, en ocasiones, pequeños puntitos con pus, lo que ha llevado a denominarla el acné de los adultos. Sin embargo la rosácea, a diferencia del acné, no se asocia con comedones y no afecta a la espalda ni al pecho.
Según evoluciona la enfermedad, la piel de la cara puede volverse más gruesa y puede producirse un crecimiento irregular de la piel de la nariz (rinofima), sobre todo en varones. A veces, la rosácea se acompaña de inflamación de los ojos (queratitis, iritis, blefaritis, etc.).
De acuerdo a la predominancia de un tipo u otro de lesión de la piel se han descrito diferente tipos de rosácea que podrían tener un tratamiento distinto. Se clasifican en:
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Rosácea eritemato-telangiectásica. Caracterizada por la presencia persistente de coloración roja de la piel de la cara, más acusada cuando se producen factores que precipitan el sonrojo y por la presencia de telangiectasias.
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Rosácea papulopustulosa. Más presencia de lesiones parecidas al acné.
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Rosácea ocular. Predomina la inflamación de los ojos.
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Rosácea fimatosa. Caracterizada por el engrosamiento de la piel, sobre todo de la piel de la nariz.
¿Cómo se diagnostica?
La rosácea es un diagnóstico clínico.
¿Es hereditaria?
La rosácea no tiene un componente hereditario.
¿Es contagiosa?
La rosácea no es una enfermedad contagiosa.
¿Cuál es su pronóstico?
La rosácea no compromete la vida. No se puede curar totalmente pero puede controlarse con tratamiento.
¿Cuál es el tratamiento de la rosácea?
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Se deben evitar las situaciones desencadenantes del enrojecimiento como el consumo de alcohol, de comidas calientes, los alimentos picantes, etc.
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Se debe evitar la exposición mantenida al sol.
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Se debe evitar la realización de ejercicio físico en climas cálidos.
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Se debe evitar el estrés.
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Se debe valorar la conveniencia de poner tratamiento con antibióticos aplicados de forma local (administración de metronidazol tópico) u oral (generalmente tetraciclinas). Pueden ser útiles en pacientes con formas eritemato-telengiectásicas o, sobre todo, con formas papulopustulosas. La aplicación tópica de ácido azelaico puede ser también de utilidad.
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En algunos pacientes con rosácea papulopustulosa puede valorarse la administración de vitamina A (isotretinoina) oral.
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Las zonas con venitas pueden requerir tratamiento con láser o con luz pulsada intensa. Este es el tratamiento de elección en pacientes con rosácea eritemato-telangiectásica.
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Se deben evitar los corticoides locales.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.