¿Qué es una hemorragia nasal o epistaxis?
La hemorragia nasal, también conocida como epistaxis, se produce cuando uno de los orificios nasales o ambos expulsan sangre con o sin razón aparente. Sus casusas más frecuentes son la irritación, la sequedad en las mucosas nasales, la sinusitis, la rinitis alérgica o un golpe o traumatismo. No todas las personas son igual de propensas a sangrar por la nariz, hay individuos que lo sufren de manera muy frecuente y otros a los que en cambio apenas les ocurre con asiduidad.
Tipos de hemorragia nasal
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Anterior: Se produce cuando el desencadenante del sangrado son los vasos sanguíneos del tabique nasal, es decir, del cartílago que divide las fosas nasales. Normalmente, en estos casos la epistaxis se caracteriza por un sangrado abundante, pese a ser una dolencia completamente inofensiva.
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Posterior: Ocurre si la sangre proviene de los vasos sanguíneos situados en la parte trasera o posterior de las fosas nasales. Estos sangrados son muy poco comunes, más peligrosos y complicados de tratar, ya que en muchos casos es difícil acceder a estos conductos y frenar la epistaxis. Suelen desarrollarse en pacientes que presentan enfermedades relativas a la coagulación o aterosclerosis, así como en aquellas que toman anticoagulantes o que recientemente han pasado por una operación nasal.
Señales de alarma
Una hemorragia nasal puede ir acompañada de otros síntomas que denoten trastornos de coagulación significativos. Dichos factores de riesgo son:
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Mareos, desmayos o debilidad causadas por una pérdida de sangre excesiva.
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Epitaxis sucesivas que ocurren de manera frecuente sin motivos aparentes
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Sangrado persistente incluso al ejercer presión.
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- Cambios repentinos en la coagulación sanguínea que se identifiquen a simple vista.
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Manchas abundantes y pequeñas en la piel de color púrpura o rojo.
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Sangrado fácil de las encías.
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Sangre en heces, orina o tos.
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Menstruación muy abundante en mujeres.
¿Cuándo acudir al médico por una hemorragia nasal?
Si la hemorragia persiste tras aplicar presión en la nariz o se identifica cualquiera de las señales de riesgo es necesario acudir a un médico lo antes posible. De lo contrario, lo más probable es que no se requiera asistencia santiaria.
Tratamiento de la hemorragia nasal
- Anterior: Este tipo de epistaxis normalmente puede remitir al momento siguiendo unos sencillos pasos. Lo más común es que el sangrado pare tras ejercer presión constante en las dos fosas nasales durante 10 minutos. En caso de que esta técnica no y la hemorragia persista tras dos intentos consecutivos, es necesario acudir al hospital.
- Posterior: Este tipo de hemorragias es muy complicado de detener y puede ser mortal. Sólo un médico puede atajar estos sangrados.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.