Este 5 de junio,
Día Mundial del Medio Ambiente, su lema es
‘Trabaja en verde’ y es bueno que aprovechemos estas efemérides para hablar de estas cuestiones que, si bien son importantes en teoría, nunca encontramos tiempo suficiente para debatirlas e interiorizarlas en nuestras conversaciones dentro de nuestros círculos sociales. Y, cuando lo hacemos, solemos tachar de “locos” todos los discursos de propuestas, de control y de limitación que nos lleven en la d
irección del ahorro-consumir menos porque no las vemos reales, incluso cuando ya estamos padeciendo los efectos de un clima que cambia a destiempo y bruscamente.
Y es que no queremos
reflexionar, profundizar en sus causas y efectos porque nos llevaría al
sendero del sacrificio, ese que no estamos dispuestos a andar ni por mi planeta, ni por mi especie, ni por las otras con las que me relaciono y necesito para vivir.
¡A lo que de verdad significa vivir!
Es poder disfrutar de una vida con verdadera calidad como que la fruta sepa a fruta, que cuando me bañe en el mar sus aguas estén cristalinas, que respire y vea un espacio limpio, sin contaminación atmosférica y que yo tenga
calidad planetaria y quienes los compartan conmigo también, ¿no te parece, lector/a?
En el mundo del trabajo no puede ser de otra forma. CCOO de Andalucía tiene incorporado en su ADN que la lucha por un medio ambiente sano es responsabilidad también del sindicato y, por ello, tiene un claro compromiso para seguir incorporando la
sostenibilidad a nuestra acción sindical y convertir a la clase trabajadora en un sujeto activo en la sociedad y en las empresas por un mundo en equilibrio ecológico.
Y no está siendo fácil. Desde la
Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO de Andalucía llevamos muchos años solicitando foros de participación para visibilizar y trabajar por el medio ambiente.
Y no nos dejan. Tenemos que buscar otras alternativas.
Paremos y pensemos un poco hacia atrás. Me preocupo si en
mi centro de trabajo se ahorra agua, energía, ¿Qué pasa con los residuos, puedo disfrutar de un plan de movilidad o es que mi lugar de trabajo no es mi casa? o ¿mi planeta no es mi hogar?
Solo un 1 por ciento de los hospitales españoles tiene certificado energético verde
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Nos indica que hay que empezar por hacer un inventario de lo que tenemos y gastamos para identificar los puntos débiles y poder
evaluar los factores de influencia positivos en la mejora del consumo de energía.
Tenemos ejemplos en España como el
Hospital Universitario Río Hortega que ha conseguido un ahorro del 42 por ciento en el consumo de la energía eléctrica, del 4 por ciento en energía térmica y un 16 por ciento en el consumo de agua, pasando a ser este
hospital vallisoletano uno de los centros médicos más sostenibles en España. El
Infanta Sofia de Madrid ha reducido un 20 por ciento el consumo de agua y toda la electricidad consumida es de origen renovable, reduciendo su huella ambiental a la mitad. Y el
Hospital Campus de la Salud de Granada cuenta con fachadas ventiladas.
Sin embargo,
solo un 1 por ciento de los hospitales españoles tiene certificado energético verde.
No son datos baladís porque corremos el peligro de
agotar las fuentes de energía y si esto ocurre podemos dejar de prestar los servicios tal y como lo conocemos actualmente.
Y lo peor es que vivimos ajenos a este proceso y nos enteramos por la prensa
cuando algún hospital consigue alguna certificación porque no nos hacen participes ni en la propuesta, ni en los objetivos, ni en el resultado, cómo si se circunscribiera todo a la gestión y no tuviera nada que decir la plantilla que desarrolla sus labores dentro. Cómo si no fuera necesario hacer formación, concienciar,
conseguir el compromiso del personal en el ahorro energético. Cómo si los hospitales y residencias no estuvieran dentro del planeta y como si el trabajador no fuera también ciudadano terráqueo. Parece que nuestra opinión y nuestro hacer no es importante.
No la necesitan.
Esta forma de proceder no cambia. Van siempre al mero cumplimiento en papel y no a objetivos ambiciosos.
Tenemos que crear la
revolución de abajo a arriba; vamos a crear y compartir la necesidad del cambio.
Queremos trabajar en VERDE.
Unidos, pisando con fuerza y deprisa y creando y fomentando la
cultura medioambiental, la necesidad de disfrutar y exigiendo el derecho de un espacio sostenible en mi lugar de trabajo de la misma forma que exijo a primero de mes mi cuadrante de turnos, mis días de asuntos propios o mi vigilancia de la salud. Lo conseguiremos.