Estimados amigos:
Escribo este mail por dos motivos. En primer lugar para felicitaros por los diez años transcurridos desde vuestro comienzo, porque gran parte de ellos los he compartido con vosotros… Y como dije cuando recibí el premio de Acción Enfermera el año pasado en Zaragoza, leer con avidez -por lo menos la portada- Redacción Médica es lo primero que hago cada mañana cuando enciendo el ordenador. Y luego, a lo largo del día, con sosiego e interés.
Así que lo dicho, FELICIDADES Y ENHORABUENA.
El segundo motivo de este mail, es manifestar al editorialista (que imagino sigue la línea marcada por la empresa) la desazón y el desconcierto que me ha supuesto leer detenidamente el editorial que se ha publicado durante la mañana de este jueves por la tristeza de perder a esta ministra.
Ya me supuso cierta ‘sorna’ ver cada día que era la ministra Mato quien ¡encabezaba! los votos de los personajes más relevantes de estos últimos 10 años en la sanidad. Me la producía a mí y a muchos compañeros con los que lo comentaba. Pero decidimos que íbamos a aceptar pulpo como animal de compañía, aunque teniendo claro que ningún profesional asistencial o investigador del Sistema Nacional de Salud (SNS) le habíamos dado nuestro voto.
Y no lo hacíamos porque esta señora se ha cargado, de un plumazo, los millones de euros que la sanidad española necesitaba y se dejó quitar el Carlos III. Y no sólo se tenía que haber ‘peleado’ por ellos, sino que tendría que haber impedido que ambas cosas pasaran. A esto hay que sumar que, de paso, tenía que haber aprendido qué era la Sanidad en España.
Desde Sancho Rof hasta Leire Pajín, no habíamos tenido una ministra del ramo tan incompetente y tan condescendiente con el Gobierno. Ha superado en nefasta incluso a la Pajín, que por lo menos tenía rasmia.
La razón de todo esto no es que Mato no sea sanitaria, porque tampoco lo es Trinidad Jiménez y lo hizo estupendamente durante su periodo en el ministerio, que incluso se chupó una Gripe A de consideración y nunca fuimos portada irrisoria en ningún país del mundo (me alegró verla entre los premiados de Redacción Médica).
Amigos, Mato se ha ido demasiado tarde y no lo tenía que haber hecho por la decisión del juez Ruz, sino que se tenía que haber ido por decirle a Rajoy: “me voy porque no sé por dónde me ando y pasar de ser burócrata de Génova a lidiar con profesionales de verdad, se me hace imposible. Así que me voy, Mariano, o ponme en otro sitio para ser florero y modosita y que no se note tanto”.
Los profesionales (incluso del Partido Popular) comentan que "tiene buenas palabras y formas educadas... pero no se entera de qué va la sanidad”. Y todos nos contestábamos y comentábamos: “cómo se va a enterar de la Sanidad -que es un cacao de los gordos- si no se enteró de que tenía un Jaguar -que es un coche guay y llamativo- en un garaje de dos plazas”…
En fin amigos, Rajoy la ha protegido durante años, aún sabiendo que era un adorno y malo en el ministerio. Y ha subsistido porque tenía a su lado profesionales que sí sabían de sanidad como Pilar Farjas (a la que habéis machacado sin piedad, creo que por intereses particulares y ojalá, ojalá, se le nombre ministra sólo por compensarle de los marrones que se ha comido) o profesionales como Mercedes Vinuesa, o Paloma Casado, o los integrantes de la Aecosan y otros muchos del ministerio. Pero sobre todo ha salido adelante por todos los profesionales que hemos puesto toda la carne en el asador, con mucho esfuerzo y muchas ganas.
Así que no tergiverséis ni os cebéis en que la culpa la tiene Ruz. La culpa la tiene Rajoy por nombrarla sabiendo que no sabía nada; la culpa la tiene ella por tragar y permanecer, sabiendo que no sabía nada; la culpa la tiene ella por tanto confeti y tanto Disneyland, sin saber de dónde salían los dineros, y sobre todo el responsable es Rajoy que la ha mantenido mientras no suponía un peligro para su propia situación, que ya sabemos que Don Mariano, es en eso muy gallego.
E igual que no se enteraba de las cosas de su hogar, no se enteró de lo que se necesita para mantener una sanidad en estado de cuasi excelencia, como se la encontró al llegar.
Señora Mato: le deseo todo lo mejor, ya la devolverán a la burocracia del partido y no pasará frío en la calle, pero de momento los profesionales que conformamos la sanidad estamos muy relajados sabiendo que ya no tiene que pensar en su Legado de sanidad, porque ha sido machacante. Y a ver si la sustituye Farjas o Pastor, que no han jugado con confetis, ni han tenido Jaguar y sí han bregado por la Sanidad y sobre todo contarán con el respaldo de la ‘vice’, que fue la primera que la señaló a usted como una inútil, apartándola de la gestión nefasta que estaba haciendo respecto al ébola.
Ha subsistido gracias a profesionales como yo y otros miles y miles más, que pasando de sus medidas, hemos seguido trabajado por los pacientes, por los usuarios y por el sistema, incluso a pesar de estar usted ahí, estorbando.
Recibid vosotros, Redacción Médica, todo mi agradecimiento por las informaciones múltiples que nos ofrecéis, porque incluso si alguna vez difiero de esa opinión, me sirve para practicar la diversidad, pero nunca impide mi acicate para seguir trabajando a pesar de nuestros gobernantes.
María Lourdes de Torres, responsable de la Unidad de Dietética y Nutrición del Hospital Universitario Miguel Servet