El ex consejero vasco Rafael Bengoa ha propuesto tejer una suerte de Sistema Nacional Sociosanitario, seguramente a imagen y semejanza del Sistema Nacional de Salud, pero con la peculiaridad de una integración y una conexión real entre los dispositivos sanitarios y los sociales. Al hablar de lo sociosanitario, quizá la expresión más recurrente en los últimos años ha sido la de espacio porque quizá a sus defensores les ha venido preocupando más lo que implicaba la propuesta, en cuanto a cambio de mentalidad de dirigentes y agentes sanitarios y sociales, que el cómo articularla. Que Bengoa hable a las claras de un modelo parecido a un sistema nacional (imaginamos que con servicios autonómicos como organismos provisores) es una prueba más de que el avance de lo sociosanitario parece imparable y que, una vez asimilada la idea, el debate a partir de ahora debería centrarse en cómo llevarla a cabo.