Casi dos meses después de la celebración de las últimas elecciones generales, las segundas en solo seis meses, las negociaciones para la formación de Gobierno se mantienen vigentes. Por el momento, Partido Popular y Ciudadanos son los partidos que las tienen más avanzadas, con una propuesta de seis puntos que el partido que encabeza Albert Rivera plantea como condición para apoyar la investidura de Mariano Rajoy. Entre ellas no se encuentra nada que tenga que ver con el ámbito sanitario.
Que la sanidad ocupe un lugar prácticamente residual en el debate político no es algo nuevo. De hecho, ha sido la tónica general desde el pasado 20-D. Una tónica, todo sea dicho de paso, que choca con la preocupación de los ciudadanos, tal y como ha mostrado el último barómetro del CIS. Incluso la propia falta de gobierno inquieta menos a la población que el estado de un sistema sanitario con el que la mayoría no está satisfecho y que, a su juicio, necesita que se destine más dinero procedente de impuestos. Los políticos, encargados de representar a la ciudadanía, harían bien dejando de obviar un tema de vital importancia.