La nueva entrega del Programa Nacional de Reformas que el Gobierno ha remitido a Bruselas insiste en la necesidad de que la sanidad, como uno de los servicios públicos básicos y también más costosos, siga mejorando en eficiencia y en capacidad de generar ahorros. Entre las medidas que el Ejecutivo se propone impulsar destaca el diseño de un modelo sociosanitario que aumente la coordinación de los servicios sanitarios y sociales y los haga más eficientes. Articular lo sociosanitario no es ya solo una tarea largamente perseguida y recomendada por administraciones públicas, expertos, agentes, profesionales y ciudadanos. Ahora se trata también de una posibilidad real de gastar menos, una circunstancia que siempre ha estado en su esencia, pero que la crisis ha permitido subrayar más que ninguna otra virtud del futuro sistema. Quizá el camino más rápido para llegar al espacio sociosanitario no era tanto la voluntad política o la necesidad de pacientes y familias sino una alternativa asistencial para hacer más con menos.