Javier Barbado. Madrid
Las elecciones al Parlamento de Andalucía ponen este domingo sobre la mesa las primeras pistas para dilucidar el rumbo que adoptará la sanidad de la comunidad autónoma en los próximos meses, y, por ende, la tendencia que abrirá una nueva era en la forma de hacer política sanitaria en España, pues, gane quien gane estos comicios, la posibilidad de coaliciones en el tablero electoral vaticinada por todas las encuestas no deja lugar a dudas sobre la introducción paulatina de opciones políticas inexploradas.
El Partido Socialista, que presenta a Susana Díaz como su candidata, promete reaccionar a las demandas de los profesionales sanitarios eventuales restituyéndoles el cien por cien de sus retribuciones; “no dejar en la estacada a ningún paciente con hepatitis C”; reducir la lista de espera en cirugía cardiaca a 90 días; promover una Ley de Sostenibilidad del Sistema Sanitario Público “que blinde a la sanidad pública contra los ataques del sector privado interesado en su privatización”; construir diez centros hospitalarios de alta resolución y poner en marcha hospitales como el Parque de las Ciencias de la Salud de Granada y otros pendientes en La Línea y Ronda; promover la financiación selectiva de los medicamentos y crear un modelo de fijación de precios para los medicamentos innovadores con mecanismos de compra pública además de consolidar la fórmula de subasta de fármacos y centrales de compras ya utilizada por el gobierno autonómico socialista.
La formación que encabeza Díaz también alude –aspecto que no concretan otros partidos políticos– a la ampliación del catálogo de enfermedades raras a las que se podrá aplicar la técnica de diagnóstico genético preimplantacional así como a favorecer la reproducción asistida, en general, a las mujeres andaluzas que la deseen. También se mencionan planes específicos de mejora de las urgencias hospitalarias y la promoción de un Pacto de Estado para la Ley de Dependencia.
Frente a este plan continuista con medidas originales en algunas parcelas, caso de la Medicina Reproductiva (en parte presente en otros programas como el de UPyD), la subasta como fórmula de compra de medicamentos o el pago íntegro a trabajadores eventuales, el Partido Popular (PP), Ciudadanos (C’s), Podemos, Izquierda Unida (IU), UPyD y Partido Andalucista ofrecen las principales alternativas con opciones de influir en el futuro Ejecutivo andaluz.Ç
Fórmulas de gestión de los hospitales
Así, por ejemplo, en lo que a gestión de la asistencia sanitaria en los hospitales y centros de salud se refiere, los populares abogan en su programa, de forma implícita, por favorecer modelos de trabajo característicos de las empresas privadas para ganar en eficiencia de resultados, productividad, flexibilidad y reconocimiento del mérito de los trabajadores.
Y tampoco se olvidan de contrarrestar promesas socialistas muy concretas como la de bajar la lista de espera para cirugía del corazón al asegurar que, de gobernar, la reducirá todavía más (45 días de espera, también para el cáncer).
Sin embargo, el PP se muestra cauto, esta vez, a la hora de mencionar lo que sus adversarios denominan
privatizar los servicios sanitarios públicos, y la formación que presenta a Juan Manuel Moreno como su candidato a la Presidencia de la Junta llama fórmulas de colaboración público-privada más allá de los conciertos (como las concesiones administrativas o las fundaciones), ya que no las cita como tales (y sí deja claro, en cambio, que se mantendrán los conciertos con el sector privado y que “no se romperá el modelo existente, sino que se mejorará a través de cambios de gestión e incentivación”).
A este respecto, el partido político que se revela más nítido en sus propuestas es, con diferencia, IU (que lleva como candidato a estas elecciones al político Antonio Maíllo), la cual deja claro en su programa que, de llegar al poder, derogará todo atisbo de conciertos con el sector sanitario privado “de forma progresiva”; invalidará las fórmulas jurídicas alternativas a la gestión directa tradicional de los centros (por lo tanto, pone en cuestión las empresas públicas y otros modelos muy extendidos en el servicio regional de salud andaluz) así como los copagos de toda índole e incluso impondrá la dedicación exclusiva del personal sanitario a la sanidad pública, sin olvidar la extensión universal del derecho a la asistencia (en alusión al Real Decreto 16/2012 aprobado por el Ejecutivo central).
Esta última vertiente –el acceso universal a la sanidad sin excluir a extranjeros sin papeles– se muestra recurrente en otros listados de promesas electorales, caso de los que publican Ciudadanos, IU, UPyD y Podemos, entre otros partidos. Este último, que presenta a Teresa Rodríguez como candidata a presidir la Junta, habla incluso de “monitorizar la cobertura” de la prestación para garantizar sui cariz universal. Y, en el caso del partido en el que Martín de la Herrán concurre como su candidato al Ejecutivo autonómico, incluso se especifica que “se buscarán fórmulas que permitan el acceso a la atención primaria a los inmigrantes en situación irregular”.
Con relación a los modelos de gestión de los centros, Podemos se muestra mucho menos explícito que IU, si bien deja caer que favorecerá, en todo caso, la provisión y gobernanza tradicionales, es decir, se muestra contrario a fomentar los conciertos con la privada (pero no a suprimirlos, aunque sí menciona su intención de supervisarlos).
Subasta de medicamentos en el aire
En cuanto a la subasta de medicamentos, tanto el PP como Ciudadanos se muestran taxativos en sendos programas respecto a su rechazo (más, si cabe, el de los populares, que habla de suspenderla “de forma inmediata”, en tanto que el del partido que presenta a Juan Marín como su candidato a la Junta se explaya en razonar las desventajas del sistema de compra ideado por los socialistas.
Desde un punto de vista general, el PP subraya, en su programa, la parálisis “del actual proceso de fusión hospitalaria”, que critica por la ausencia de orden que lo regule, y se compromete a reponer los recortes de recursos sufridos por los sanitarios a manos de los gobiernos socialistas. Y Ciudadanos, por su parte, sitúa como una de sus prioridades elevar el dinero destinado por paciente en la comunidad autónoma (enfatiza en el hecho de que ésta sea la que menos capital por habitante destina a la sanidad en España), y se postula a favor de una central de compras de medicamentos creada por todas las comunidades autónomas así como de unificar la cartera de prestación de servicios sanitarios en todo el país sin distinguir por el lugar de residencia.
Por último, el Partido Andalucista (PA) despliega como su principal eslogan, en el sector sanitario, “la marcha atrás a todos los recortes realizados por los gobiernos de PP y de PSOE en coalición con IU”.
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