Roberto Ferrero, jefe del Servicio de Urología del hospital.
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Redacción. Dénia
La adquisición de nuevas tecnologías permite al Servicio de Urología del Hospital de Dénia tratar a pacientes cuyas patologías obligaban antes a trasladarlos a otros centros sanitarios.
Un ejemplo es el tratamiento de las litiasis o piedras renales situadas en el interior del riñón y que afectan tanto a varones como a mujeres: “El Hospital Marina Salud de Dénia dispone de aparatos de última tecnología como el Ureterorrenoscopio flexible, que permite acceder al interior del uréter, cavidad renal y riñón, alcanzando la gran mayoría de piedras o litiasis que hay en este último”, ha explicado Roberto Ferrero, jefe del Servicio de Urología del Departamento de Salud de Dénia.
Una vez localizadas, “el Láser Holnium pulveriza las piedras hasta convertirlas en polvo, que el paciente, posteriormente y de forma espontánea, expulsará con la micción normal y sin molestia alguna”, ha subrayado Ferrero.
Otra de las tecnologías de última generación que utiliza el Servicio de Urología del Departamento de Salud de Dénia es el Láser verde, en este caso para el tratamiento de la hipertrofia prostática benigna.
Se trata de una técnica de mínima invasión, que permite una recuperación más rápida tras la intervención que la cirugía convencional. El Hospital Marina Salud es uno de los pocos centros de la Red Sanitaria Pública Valenciana que ofrece este novedoso procedimiento.
Según el jefe del Servicio de Urología, Roberto Ferrero, “en la mayoría de los casos los pacientes que son tratados mediante la técnica del láser verde, son dados de alta el mismo día de la operación, ya que la reducción del sangrado postquirúrgico frente a la técnica tradicional, es notable”.
En estos casos y, transcurridas 24 horas, el paciente acude a su centro de salud para que se le retire la sonda implantada y, a los pocos días, ya está en condiciones de reincorporarse a su rutina habitual.
La cirugía consiste en la introducción del láser verde a través de la uretra para llegar hasta la próstata y reducirla mediante un proceso de vaporización. La novedosa técnica está indicada para un 90 por ciento de los casos. Los efectos secundarios son mínimos, el más común es el síndrome irritativo miccional, que se trata con antiinflamatorios y se corrige en un plazo inferior a las dos semanas.
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