En ocasiones, algunos especialistas tratan sin justificación médica la enfermedad



21 oct. 2014 19:02H
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Javier Barbado. Madrid
Si el médico de familia le prescribe a un paciente que cumple una serie de criterios clínicos y biológicos consensuados de forma previa (y editados en forma de guía) una densitometría ósea ante sospecha de osteoporosis, queda probado el aumento del acierto diagnóstico y terapéutico en el abordaje de esta enfermedad, cosa que no siempre sucede cuando se limita la petición de la prueba a los especialistas, según ha demostrado un ensayo-piloto en cinco centros de salud pertenecientes al área del Complejo Hospitalario de Vigo (en concreto los de Nicolás Peña, Pintor Colmeiro, Porriño, Salceda y Mos).

José María Pego Reigosa.

“De persistir estos buenos resultados, nos planteamos extender la solicitud de densitometrías en estos casos a otros centros de salud e incluso a la totalidad de la Atención Primaria”, ha declarado a Redacción Médica José María Pego Reigosa, reumatólogo de la Estructura Organizativa de Gestión Integrada de Vigo mencionada y coordinador del Grupo de Investigación en Reumatología del Instituto de Investigación Biomédica  de la misma provincia.

El proyecto ha consistido en elaborar una guía de actuación frente a la osteoporosis en Atención Primaria y Reumatología a partir de una serie de signos, síntomas y valores consensuados por los expertos para prefijar si está indicada o no la petición de una densitometría ósea que descarte o confirme la osteoporosis en el paciente.

De acuerdo con Pego Reigosa, no todas las mujeres posmenopáusicas ni todos los enfermos con más de 60 años son necesariamente sospechosos de padecer la enfermedad, y, en este sentido, la guía y la posibilidad de prescribir trasladada a los médicos del primer nivel asistencial reduce la mala praxis que supone, por un lado, solicitar la prueba a población que no la requiere, y, en el otro extremo, dejar de pedirla para personas muy susceptibles de sufrirla.

Según revela este reumatólogo, el ensayo-piloto ha disminuido de forma drástica, en el área asistencial cubierta, valores como el tiempo transcurrido desde que el facultativo sospecha la enfermedad hasta que se realiza la densitometría ósea que la confirma o desmiente. Y, aunque todavía es pronto para hacer un recuento, parece claro el ahorro de costes parejo a la mejora de la atención ante esta patología específica.

Menor densidad del hueso y riesgo de fractura

Fuentes del Servicio Gallego de Salud (Sergas) informan en la web del Complejo Hospitalario mencionado de que la osteoporosis es una disminución de la densidad mineral ósea y representa un factor de riesgo principal de fracturas esqueléticas de bajo impacto, o incluso en ausencia de impacto.

De hecho, la mayoría de las fracturas esqueléticas son osteoporóticas. La osteoporosis afecta más a las mujeres que a los hombres. Se calcula que el 26 por ciento de mujeres españolas mayores de 50 años, aproximadamente uno de cada cuatro, padecen esta enfermedad.

Por eso, un diagnóstico precoz de la osteoporosis es esencial para evitar la principal consecuencia de la misma, la fractura ósea, adoptando medidas en cuanto se diagnostica, tanto farmacológicas como recomendaciones de vida saludable referidas a la dieta, al incremento de la ingestión de calcio y vitamina D o la realización de ejercicio. Sin embargo, lo más importante es la prevención y que la población adopte estas recomendaciones antes de los 20 años, para llegar a edad adulta con una mayor masa ósea.
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